En el año 2011, los astrónomos se sorprendieron cuando la nave espacial Kepler, de la NASA, descubrió un planeta que orbitaba un sistema de dos estrellas. Dicho mundo, descubrieron los investigadores, tendría puestas de Sol y amaneceres dobles, igual que el planeta de ficción llamado Tatooine, en la película "La Guerra de las Galaxias" (Star Wars, en idioma inglés). Pero este planeta era real.
Ahora, Kepler ha descubierto un sistema de planetas completo que orbita una estrella doble.
Un nuevo video de ScienceCast lleva a los espectadores en un viaje a través del sistema Kepler-47. Haga clic aquí para ver el video
"La presencia de un sistema planetario completamente desarrollado que orbita a Kepler-47 es un descubrimiento sorprendente", dice Greg Laughlin, quien es profesor de Astrofísica y Ciencia Planetaria, en la Universidad de California, en Santa Cruz. "Esto va a cambiar la manera en que pensamos respecto de la formación de los planetas".
El planeta exterior, Kepler-47c, completa una órbita cada 303 días. Esto lo coloca en la zona habitable del sistema, una banda de órbitas que son "absolutamente adecuadas" para que exista agua líquida sobre la superficie de un planeta. Pero, ¿este planeta tiene una superficie? Posiblemente no. Los astrónomos creen que es un gigante gaseoso apenas algo más grande que Neptuno.
El descubrimiento de planetas que orbitan dos estrellas significa que los sistemas planetarios son incluso más extraños y abundantes que lo que se pensaba antes.
Este diagrama compara nuestro sistema solar con Kepler-47, un
sistema con dos estrellas que contiene dos planetas; uno de ellos orbita
la denominada "zona habitable". Crédito: NASA/JPL-Caltech/T. Pyle [Más información]
Nuestro propio Sol es una estrella sola, aislada, con un campo gravitacional relativamente simple, que rige los movimientos de los planetas que lo orbitan.
Pero, tal como destaca Borucki, no todas las estrellas son solas. Los astrónomos estiman que más de la mitad de las estrellas en la galaxia tienen compañeras. Hay sistemas de estrellas dobles, triples e incluso cuádruples. Los planetas en sistemas como ese tendrían que navegar por un complejo campo gravitacional, arrastrados en múltiples direcciones por múltiples estrellas. De hecho, durante muchos años, los astrónomos dudaron de que los planetas pudieran incluso forman un ambiente.
Kepler-47 elimina esas dudas y presenta un acertijo: "Es muy difícil que estos planetas se formen utilizando el paradigma que se acepta en la actualidad", afirma Laughlin. "Creo que quienes lo proponen, y me incluyo, volverán al pizarrón para intentar mejorar lo que se sabe de cómo los planetas están ensamblados en los polvorientos discos gaseosos que rodean a muchas estrellas jóvenes".
La nave espacial Kepler se encuentra en una misión destinada a hallar planetas similares a la Tierra que podrían albergar vida. Borucki dice: "En nuestra búsqueda de mundos habitables, acabamos de encontrar más oportunidades para que exista vida".
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