06.09.16.-
A menos de un mes de finalizar su misión, la cámara de alta resolución
de Rosetta ha descubierto el módulo de aterrizaje Philae, encajado en
una oscura grieta de 67P/Churyumov–Gerasimenko.
Las imágenes fueron captadas por el
teleobjetivo de la cámara OSIRIS el 2 de septiembre, cuando el satélite
se encontraba a 2,7 km de la superficie del cometa, y muestran
claramente el cuerpo principal del módulo y dos de sus tres patas.
Las imágenes también muestran la
orientación de Philae, lo que explica por qué resultó tan difícil
comunicarse con él tras su aterrizaje el 12 de noviembre de 2014.
“Cuando solo queda un mes de la misión
Rosetta, estamos encantados de haber localizado a Philae y de poder
verlo con tanto detalle”, reconoce Cecilia Tubiana, del equipo de la
cámara OSIRIS, la primera persona en ver las imágenes transmitidas ayer
por Rosetta.
Laurence O’Rourke, encargado de
coordinar en la ESA los trabajos de búsqueda con los equipos de OSIRIS y
SONC/CNES a lo largo de los últimos meses, añade: “Tras meses de
trabajo, todo apuntaba cada vez más a este candidato, por lo que me
alegro enormemente de que por fin hayamos conseguido esta importantísima
imagen de Philae en Abydos”.
El módulo Philae fue visto por última
vez al tocar la superficie de la zona conocida como Agilkia, donde
rebotó y continuó volando otras dos horas, antes de acabar en un lugar
denominado posteriormente Abydos, en el lóbulo inferior del cometa.
Al cabo de tres días, la batería
principal de Philae se agotó y el módulo de aterrizaje pasó al estado de
hibernación, del que volvió a salir para comunicarse brevemente con
Rosetta en junio y julio de 2015, cuando el comenta se acercó al sol y
la batería volvió a recibir alimentación.
No obstante, hasta hoy se desconocía la
ubicación precisa del módulo. Aunque los datos de alcance de radio
limitaban la ubicación a un área de pocas decenas de metros de diámetro,
no se habían podido analizar al detalle los distintos objetos
identificados como candidatos potenciales en imágenes de una resolución
relativamente baja, captadas a mayor distancia.
A medida que la mayoría de candidatos se
iban descartando una vez analizadas las imágenes o aplicando otras
técnicas, las pruebas apuntaban cada vez más hacia un objeto en
particular, que es el que ha terminado por confirmarse gracias a las
imágenes tomadas a muy poca distancia de la superficie del cometa.
A 2,7 km, la resolución del teleobjetivo
de la cámara OSIRIS es de unos 5 cm/píxel, suficiente para mostrar las
características del cuerpo de Philae, de 1 m de diámetro, y sus patas,
tal y como puede apreciarse en las fotografías.
Como reconoce Patrick Martin,
responsable de la misión Rosetta de la ESA: “Este notable descubrimiento
es el resultado de unos trabajos de búsqueda prolongados y meticulosos.
Empezábamos a pensar que habíamos perdido a Philae para siempre. Es
increíble que hayamos conseguido capturar estas imágenes en el último
momento”.
Matt Taylor, científico del proyecto
Rosetta de la ESA, añade: “Esta fantástica noticia implica que, ahora
que sabemos dónde se encuentra el punto de aterrizaje, finalmente
contamos con la información fidedigna que nos faltaba para poner en
contexto los tres días de datos científicos de Philae”.
“Con la búsqueda del módulo finalizada,
podemos centrarnos en el aterrizaje de Rosetta y ya estamos deseando
obtener imágenes aún más precisas del lugar del impacto”, admite Holger
Sierks, investigador principal de la cámara OSIRIS.
El descubrimiento llega a menos de un
mes del descenso de Rosetta a la superficie de
67P/Churyumov–Gerasimenko. El 30 de septiembre, la sonda iniciará su
misión final en un viaje sin retorno para investigar de cerca el cometa,
incluyendo las fosas de la región de Ma’at. Se espera que las
observaciones que realice contribuirán a desvelar los secretos de su
estructura interior.

La cámara de alta resolución de Rosetta ha descubierto el módulo de
aterrizaje Philae, encajado en una oscura grieta de
67P/Churyumov–Gerasimenko. Image Credit: ESA
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