15.11.17.-
Un planeta templado, del tamaño de la Tierra, ha sido descubierto a tan
solo once años luz del Sistema Solar. El equipo que ha realizado el
descubrimiento ha utilizado un instrumento único en su clase, el cazador
de planetas HARPS de ESO.
El nuevo mundo se ha designado como Ross 128 b
y ahora es el segundo planeta templado más cercano tras Próxima b.
También es el planeta más cercano descubierto que orbita a una estrella
enana roja inactiva, lo cual puede aumentar las probabilidades de que se
trate de un planeta que, potencialmente, pudiera albergar vida. Ross
128 b será un blanco perfecto para el ELT (Extremely Large Telescope) de
ESO, que será capaz de buscar biomarcadores en su atmósfera.
Un equipo que trabaja con el instrumento
HARPS (High Accuracy Radial velocity Planet Searcher, buscador de
planetas de alta precisión por velocidad radial) de ESO, instalado en
el Observatorio La Silla, en Chile, ha descubierto que, alrededor de la
estrella enana roja Ross 128, orbita un exoplaneta de baja masa cada 9,9
días. Se espera que este mundo del tamaño de la Tierra sea templado,
con una temperatura superficial que también podría ser similar a la de
la Tierra. Ross 128 es la estrella cercana "más tranquila" que alberga a
un exoplaneta templado de este tipo.
"Este descubrimiento se basa en más de
una década de seguimiento intensivo con el instrumento HARPS, junto con
reducción de datos y técnicas de análisis de última tecnología. Solo
HARPS ha demostrado tanta precisión y, quince años después del inicio de
sus operaciones, sigue siendo el mejor instrumento de velocidad
radial", explica Nicola Astudillo-Defru (Observatorio de Ginebra,
Universidad de Ginebra, Suiza) coautor del artículo científico que
presenta el descubrimiento.
Pese a ser de las más comunes, las
enanas rojas son uno de los tipos de estrella más frías y débiles del
universo. Esto hace que sean muy buenos objetivos para la búsqueda de
exoplanetas y por eso están siendo cada vez más estudiadas. De hecho,
Xavier Bonfils (Instituto de Planetología y de Astrofísica de Grenoble –
Universidad de Grenoble-Alpes/CNRS, Grenoble, Francia), que dirige el
equipo, bautizó al programa de HARPS como “El atajo a la felicidad”, ya
que es más fácil detectar a los pequeños hermanos fríos de la Tierra
alrededor de estas estrellas, en comparación con estrellas similares al
sol.
Muchas estrellas enanas rojas, como
Próxima Centauri, emiten llamaradas que, ocasionalmente, bañan de letal
radiación ultravioleta y de rayos X a los planetas que las orbitan. Sin
embargo, parece que Ross 128 es una estrella mucho más tranquila, de
manera que sus planetas podrían ser la morada conocida más cercana para
albergar vida.
Aunque actualmente está a once años luz
de la Tierra, Ross 128 se mueve hacia nosotros y se espera que se
convierta en nuestra vecina estelar más cercana en tan solo 79 000 años,
un parpadeo en términos cósmicos. ¡Para entonces, Próxima b será
destronado y Ross 128 b pasará a ser el exoplaneta más cercano a la
Tierra!
Con los datos de HARPS, el equipo
descubrió que Ross 128 b orbita 20 veces más cerca de su estrella que la
distancia a la que la Tierra orbita del Sol. A pesar de la proximidad a
su estrella, Ross 128 b recibe sólo 1,38 veces más radiación que la
Tierra. Como resultado, se estima que la temperatura de equilibrio de
Ross 128 b se encuentran entre -60 y 20° C, gracias a la naturaleza
débil y fría de su pequeña estrella enana roja, que tiene poco más que
la mitad de la temperatura superficial del Sol. Mientras que los
científicos involucrados en este descubrimiento consideran que Ross 128 b
parece ser un planeta templado, sigue habiendo incertidumbre en cuanto a
si el planeta se encuentra dentro, fuera, o en el umbral de la zona
habitable, donde puede existir agua líquida en la superficie de un
planeta.
Actualmente los astrónomos están
detectando cada vez más exoplanetas templados y, la próxima etapa, será
estudiar con más detalle sus atmósferas, su composición y su química.
Será de vital importancia la posible detección de la presencia de
biomarcadores en las atmósferas de los exoplanetas más cercanos,
incluyendo el oxígeno, un gran paso para el que el ELT (Extremely Large
Telescope) de ESO estará preparado.
"Las nuevas instalaciones de ESO jugarán
un papel crítico, primero, en el censo de planetas de masa parecida a
la de la Tierra favorables para su caracterización. En particular,
NIRPS, el brazo infrarrojo de HARPS, aumentará nuestra eficiencia en la
observación de enanas rojas, que emiten la mayor parte de su radiación
en el infrarrojo. Y luego, el ELT proporcionará la oportunidad de
observar y caracterizar gran parte de estos planetas", concluye Xavier
Bonfils.

Recreación artística muestra al planeta templado Ross 128 b, con su estrella enana roja anfitriona al fondo. Image Credit: ESO/M. Kornmesser
No hay comentarios:
Publicar un comentario