Lanzaron al espacio un ave de goma.
Los alumnos inflaron un globo de helio y lo utilizaron para enviar a un ave, de nombre "Camilla" ("Camila", en idioma español), a una altura de 36.576 metros (120.000 pies), donde se la expuso a protones solares de alta energía, a quemarropa.
Camilla a ~38.039 metros (~124.800 pies), el 3 de marzo de 2012. Crédito: Earth to Sky, Bishop, CA. [Video mpeg4: lanzamiento, punto más alto, caos, aterrizaje]
Lanzar un ave de goma hacia el interior de una tormenta solar podría sonar extraño, pero los alumnos tenían una buena razón: Están realizando un proyecto de astrobiología.
"Más adelante, este año, planeamos lanzar una especie de microbios con el propósito de descubrir si pueden vivir en el límite con el espacio", explica Rachel Molina (de 17 años), quien forma parte del equipo. "Este fue un vuelo de reconocimiento".
La mancha solar AR1429 es la fuente de las tormentas solares que se desencadenaron en marzo de 2012.
"El viaje de Camilla a la estratósfera2 nos dio una oportunidad para hablar a miles de personas sobre la tormenta de radiación", señala Durscher.
En la parte exterior de su traje espacial (tejido por Cynthia Coer Butcher, de Blue Springs, Missouri), Camilla llevaba un par de placas de radiación, las mismas que usan los técnicos en medicina y los trabajadores de las centrales nucleares para calcular las dosis.
En verdad, Camilla voló dos veces: una, el 3 de marzo, antes de la tormenta de radiación, y la otra, el 10 de marzo, mientras la tormenta estaba en pleno desarrollo. Esto daría a los alumnos una base para establecer una comparación.
"El 3 de marzo, durante la calma que precedió a la tormenta, el equipo de Earth to Sky, ayudado por un grupo de alumnos de quinto grado de la localidad, adhirió a Camilla a la carga útil, infló el globo y liberó la "estructura" (el globo, el paracaídas y la carga útil) hacia un cielo azul, sin nubes, justo antes del mediodía del lugar.
"Fue un hermoso despegue", dice Amelia Koske-Phillips (de 15 años), quien dirigió el equipo que trabajó con la carga útil y quien también se desempeñó como "jefe de lanzamiento"
Durante el vuelo, de dos horas y media, Camilla pasó alrededor de 90 minutos en la estratósfera, donde las temperaturas (de -40 a -60 grados Celsius) y las presiones de aire (1% sobre el nivel del mar) son similares a las del planeta Marte. El globo explotó, tal como estaba planeado, a una altura de aproximadamente 40 kilómetros y Camilla se deslizó en paracaídas, de manera segura, nuevamente hacia la Tierra. La carga útil completa fue recuperada intacta de un sitio de aterrizaje en las montañas Inyo.
La carga útil, una fiambrera modificada, adquirida en una tienda de artículos varios, transportó cuatro cámaras, un termómetro criogénico y dos rastreadores GPS (Global Positioning System, en idioma inglés o Sistema de Posicionamiento Global, en idioma español). Asimismo, se incluyeron siete insectos y dos docenas de semillas de girasol para poner a prueba su respuesta a un viaje hacia el espacio cercano. Las semillas pertenecían a una variedad conocida entre los jardineros como girasol "Sunspot" (Helianthus annuus).
Una semana después, el 10 de marzo, la tormenta estaba en camino, y los alumnos repitieron el experimento.
Camilla voló hacia el interior de una de las tormentas de protones más poderosas que se hayan registrado en años. La fuente de la radiación fue la mancha solar AR1429, la cual desató más de 50 llamaradas solares durante las dos primeras semanas de marzo. En el momento en el cual la tormenta alcanzó su punto máximo, del 7 al 10 de marzo, las partículas cargadas que golpeaban la parte superior de la atmósfera de la Tierra depositaron suficiente calor, solamente en tres días, como para proporcionar energía eléctrica a cada uno de los hogares de la ciudad de Nueva York, durante dos años. En el momento del lanzamiento de Camilla, el 10 de marzo, los satélites ubicados en la órbita de la Tierra informaron conteos de protones de ~30.000 veces la cantidad normal.
El globo de helio explota en el punto más alto del vuelo, el 10 de marzo de 2012. Crédito: Earth to Sky, Bishop, CA. [Video en cámara lenta] [YouTube: Caos a 36.271 metros (119.000 pies) de altura]
Los alumnos de quinto grado ahora están plantando las semillas de girasol con el fin de ver si las semillas con radiación producen flores diferentes de las flores que nacen de las semillas que quedaron en la Tierra. Además, están inmovilizando los cadáveres de los insectos (ninguno sobrevivió) en un negro "Pizarrón de la Muerte", una rara colección de bichos que han estado en el límite con el espacio.
Mientras tanto, las placas de radiación de Camilla han sido enviadas a un laboratorio comercial para ser sometidas a análisis.
Los alumnos dicen que están ansiosos por conocer los datos y tal vez, solo tal vez, por enviar a Camilla nuevamente para obtener más información.
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