También podría ser el espectáculo más grandioso en la órbita terrestre. Muy alto, por encima de nuestro planeta, los astronautas que se encuentran a bordo de la Estación Espacial Internacional o EEI, por su sigla en idioma español (International Space Station o ISS, por su sigla en idioma inglés) han estado disfrutando desde sus ventanas una vista de cerca de las auroras mientras la EEI vuela a través de tormentas geomagnéticas.
"Nosotros podemos en verdad volar hacia el interior de las auroras", dice Don Pettit, quien es uno de los testigos, y trabaja como ingeniero de vuelo para la Expedición 30 de la EEI. "Es como ser encogido y puesto en una señal de neón".
Últimamente, la Estación Espacial Internacional ha estado
volando a través de tormentas geomagnéticas, dando así a los astronautas
una vista de cerca de las auroras boreales justo afuera de sus
ventanas: Haga clic para ver un vídeo.
Las partículas que llegan son guiadas por el campo magnético de la Tierra hacia un par de regiones con forma de rosquilla llamadas "óvalos aurorales". Hay uno alrededor del Polo Norte y otro alrededor del Polo Sur. Algunas veces, cuando la actividad solar es alta, los óvalos se expanden y la estación espacial orbita justo a través de ellos.
Pettit es un hábil astrofotógrafo. Él y otros miembros de la tripulación grabaron las escenas en video. Asimismo, produjeron una serie de imágenes que, según algunos funcionarios, son de las mejores jamás tomadas desde una órbita terrestre.
Los videos capturaron el rango completo de colores aurorales: rojo, verde y muchos tonos de púrpura. Estos tonos corresponden a diferentes transiciones cuánticas de los átomos excitados de oxígeno y de nitrógeno. El color preciso a una altitud determinada depende de la temperatura y de la densidad de la atmósfera local.
"Las auroras rojas se alcanzan a ver en todo el camino hacia arriba, hasta nuestra altitud de 400 kilómetros sobre la Tierra", señala Pettit. "Algunas veces, sientes que puedes estirarte y tocarlas".
El astronauta Don Pettit es un fotógrafo y escritor muy
prolífico. Muchas de sus experiencias a bordo de la EEI están
recopiladas en su blog en línea.
Sorprendentemente, esto no resulta inquietante para Pettit. "No es desorientador ver auroras por abajo de nuestros pies", dice. "Tal vez esto se debe a que he estado aquí arriba durante mucho tiempo".
Lo que él sí encuentra desorientador son los meteoros.
"Ocasionalmente vemos un meteoro quemándose en la atmósfera abajo; y esto sí parece extraño. Uno debe buscar meteoros arriba, no abajo".
A pesar de lo maravillosas que son estas vistas, Pettit ha observado mejores. Él fue el científico encargado en la EEI de la expedición 6, en el año 2003, cuando las auroras fueron aún más intensas de lo que fueron ahora.
"Pero esta expedición no ha concluido", señala con esperanza.
De hecho, habrá más auroras. Después de estos recientes años de profunda tranquilidad, el Sol se está despertando de nuevo. Ahora, la actividad solar se está incrementando y se espera un máximo a principios de 2013.
Esto significa que el más grande espectáculo en la Tierra y en órbita terrestre está a punto de ser aún mejor. Manténgase pendiente para recibir más actualizaciones.
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