Crédito de la imagen: NASA/ESA/Hubble
Esta
imagen captada por el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA nos
muestra una galaxia llamada NGC 3749.
Cuando los astrónomos exploran los
contenidos y las partes constituyentes de una galaxia en algún lugar
del universo, utilizan diversas técnicas y herramientas.
Una de ellas es
extender la luz entrante de esa galaxia a un espectro y explorar sus
propiedades.
Esto se hace de la misma manera que un prisma de vidrio
difunde luz blanca en sus longitudes de onda constituyentes para crear
un arco iris.
Al buscar signos específicos de emisión de varios
elementos dentro del espectro de luz de una galaxia, las llamadas líneas
de emisión o, por el contrario, los signos de absorción de otros
elementos, las llamadas líneas de absorción, los astrónomos pueden
comenzar a deducir lo que podría estar sucediendo dentro.
Si el espectro de una galaxia muestra
muchas líneas de absorción y pocas líneas de emisión, esto sugiere que
su material de formación estelar se ha agotado y que sus estrellas son
principalmente viejas, mientras que lo contrario sugiere que podría
estar repleta de formación estelar y recién nacidos estelares enérgicos.
Esta técnica, conocida como espectroscopía, puede informarnos sobre el
tipo y composición de una galaxia, la densidad y temperatura de
cualquier gas emisor, la tasa de formación de estrellas o cuán masivo
podría ser el agujero negro central de la galaxia.
Si bien no todas las galaxias muestran
fuertes líneas de emisión, NGC 3749 sí.
Se encuentra a más de 135
millones de años luz de distancia y es moderadamente luminosa.
La
galaxia se ha utilizado como un "control" en estudios de galaxias
especialmente activas y luminosas, aquellas con centros conocidos como
núcleos galácticos activos, que emiten grandes cantidades de radiación
intensa.
En comparación con estas primas activas, NGC 3749 se clasifica
como inactiva y no tiene signos conocidos de actividad nuclear.
Actualizado: 22/11/2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario