Image Credit: NASA/SOFIA
Los
agujeros negros supermasivos están presentes en el centro de la mayoría
de las galaxias, y nuestra Vía Láctea no es una excepción. Pero muchas
otras galaxias poseen agujeros negros muy activos, con gran cantidad de
material (como gas) cayendo hacia ellos, emitiendo radiación de alta
energía durante este proceso de “alimentación”. El agujero negro de la
Vía Láctea, en cambio, está relativamente tranquilo. Nuevas
observaciones del observatorio SOFIA han ayudado a los científicos a
comprender las diferencias entre agujeros negros activos e inactivos.
Estos resultados proporcionan
información sin precedente sobre el potente campo magnético presente en
el centro nuestra galaxia, la Vía Láctea. Los científicos utilizaron el
instrumento más nuevo de SOFIA, la cámara de banda ancha
aerotransportada de alta resolución, HAWC +, para realizar estas
mediciones.
Los campos magnéticos son fuerzas
invisibles que influyen en los caminos de las partículas cargadas y
tienen efectos significativos en los movimientos y la evolución de la
materia en todo el universo. Pero los campos magnéticos no se pueden
visualizar directamente, por lo que su función no se comprende bien. El
instrumento HAWC + detecta la luz polarizada del infrarrojo lejano, que
es invisible para los ojos humanos, emitida por los granos de polvo
celestial. Estos granos se alinean perpendicularmente a los campos
magnéticos. A partir de los resultados de SOFIA, los astrónomos pueden
mapear la forma e inferir la fuerza del campo magnético que de otra
manera sería invisible, ayudando a visualizar esta fuerza fundamental de
la naturaleza.
"Este es uno de los primeros casos en
los que realmente podemos ver cómo los campos magnéticos y la materia
interestelar interactúan entre sí", señaló Joan Schmelz, astrofísico del
Centro de Investigación Espacial de Universidades en el Centro de
Investigación Ames de la NASA en el Silicon Valley de California, y
coautor en un artículo en el que describie las observaciones.
Las observaciones previas de SOFIA
muestran el anillo inclinado de gas y polvo que orbita alrededor del
agujero negro de la Vía Láctea, que se llama Sagittarius A *. Pero los
nuevos datos de HAWC + proporcionan una vista única del campo magnético
en esta área, que parece rastrear la historia de la región durante los
últimos 100.000 años.
La gravedad del agujero negro domina la
dinámica del centro de la Vía Láctea, pero el papel del campo magnético
es un misterio. Las nuevas observaciones revelan que el campo magnético
es suficientemente potente como para controlar los movimientos
turbulentos del gas presente en las cercanías del agujero negro. Si el
campo magnético canaliza el gas de modo que fluye hacia el agujero
negro, entonces el agujero está activo porque está tragando mucho gas.
Sin embargo, si el campo magnético canaliza el gas de modo que fluye
hacia una órbita alrededor del agujero negro, entonces el agujero está
inactivo porque no ingiere gas, que de otro modo formaría nuevas
estrellas.
Las nuevas observaciones de SOFIA y HAWC
+ ayudan a determinar cómo el material en el entorno extremo de un
agujero negro supermasivo interactúa con él, incluso aborda una pregunta
de por qué el agujero negro central en la Vía Láctea es relativamente
débil mientras que los de otras galaxias son tan brillantes.
Actualizado: 12/6/2019
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