01.06.18.-
Con su intenso brillo, situada a unos 160.000 años luz de distancia, la
nebulosa de la Tarántula es el objeto más destacado de la Gran Nube de
Magallanes, una galaxia satélite de nuestra Vía Láctea. El telescopio de
rastreo del VLT, en el Observatorio Paranal de ESO, en Chile, ha
obtenido imágenes muy detalladas de esta región y sus ricos alrededores.
Revelan un paisaje cósmico de cúmulos de estrellas, nubes de gas que
brillan intensamente y los dispersos restos de explosiones de supernova.
Esta es la imagen más nítida obtenida jamás de todo este campo.
Aprovechando las capacidades del VST
(Telescopio de rastreo del VLT), instalado en el Observatorio Paranal de
ESO (Chile), los astrónomos han captado esta nueva imagen, muy
detallada, de la nebulosa de la Tarántula junto con numerosas nebulosas y
cúmulos de estrellas vecinos. La Tarántula, también conocida como 30
Doradus, es la región de formación estelar más brillante y más
energética del Grupo Local de galaxias.
La nebulosa de la Tarántula, en la parte
superior de esta imagen, se extiende a lo largo de más de 1000 años luz
y se encuentra en la constelación de Dorado (el delfín) en el extremo
sur cielo. Esta impresionante nebulosa es parte de la Gran Nube de
Magallanes, una galaxia enana con un tamaño de cerca de 14 000 años luz.
La Gran Nube de
Magallanes es una de las galaxias más cercanas a la Vía
Láctea.
En el centro de la nebulosa de la
Tarántula se encuentra un gigantesco y joven cúmulo estelar llamado NGC
2070, una región de estallidos de formación estelar cuyo denso núcleo,
R136, contiene algunas de las estrellas más masivas y luminosas
conocidas. El primero en registrar el brillante resplandor de la
nebulosa de la Tarántula fue el astrónomo francés Nicolas Louis de
Lacaille, en 1751.
Otro cúmulo estelar en la nebulosa de la
Tarántula, mucho más antiguo, es Hodge 301, en el que se estima que, al
menos 40 estrellas, han estallado como supernovas, expandiendo gas en
toda la región. Un ejemplo de remanente de supernova es la superburbuja
SNR N157B, que incluye el cúmulo estelar abierto NGC 2060. El primero en
observar este cúmulo fue el astrónomo británico John Herschel, en 1836,
quien utilizó un telescopio reflector de 18,6 pulgadas en el cabo de
Buena Esperanza, en Sudáfrica. En las afueras de la nebulosa de la
Tarántula, en la parte inferior derecha, es posible identificar la
ubicación de la famosa supernova SN 1987A.
A la izquierda de la nebulosa de la
Tarántula se puede ver un brillante cúmulo estelar abierto, llamado NGC
2100, que muestra una brillante concentración de estrellas azules
rodeadas de estrellas rojas. Este cúmulo fue descubierto en 1826 por el
astrónomo escocés James Dunlop mientras trabajaba en Australia y utilizó
un telescopio reflector de 9 pulgadas (23 centímetros) que él mismo
había construido.
En el centro de la imagen se encuentra
el cúmulo estelar y nebulosa de emisión NGC 2074, otra región de
formación de estrellas masivas descubierta por John Herschel.
Echando un
vistazo más de cerca podemos distinguir una estructura de polvo oscuro
en forma de caballito de mar, el "Caballito de mar de la Gran Nube de
Magallanes". Se trata de una gigantesca estructura en forma de pilar con
una longitud de aproximadamente 20 años luz —casi cuatro veces la
distancia entre el Sol y la estrella más cercana, Alfa Centauri—. La
estructura está condenada a desaparecer en el próximo millón de años: a
medida que siguen formándose estrellas en el cúmulo, la luz y los
vientos que estas emiten eliminarán lentamente los pilares de polvo.
Esta imagen ha sido obtenida gracias a
la cámara de 256 megapíxeles OmegaCAM, especialmente diseñada para el
VST. La imagen se ha creado a partir de imágenes de OmegaCAM obtenidas
con cuatro filtros coloreadas diferentes, incluyendo uno diseñado para
aislar el brillo rojo del hidrógeno ionizado.
La rica región alrededor de la nebulosa de la Tarántula en la Gran Nube de Magallanes. Image Credit: ESO
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