14 de noviembre de 2012: Nuevos resultados
proporcionados por Curiosity (Curiosidad, en idioma español), el
vehículo explorador todo terreno, de la NASA, muestran que la
mineralogía del suelo marciano es similar a los erosionados suelos
basálticos de origen volcánico de Hawái.
Los minerales fueron identificados en la primera muestra de suelo
marciano que recientemente "ingirió" el vehículo explorador todo
terreno. Para analizar la muestra, Curiosity utilizó su instrumento de
Química y Mineralogía (CheMin).
"Nuestro equipo está eufórico con estos primeros resultados que
arrojó nuestro instrumento", dijo David Blake, del Centro de
Investigaciones Ames, de la NASA, ubicado en Moffett Field, California.
Blake es el investigador principal para el instrumento CheMin. "Ellos
nos permiten anticiparnos más a los futuros análisis que se llevarán a
cabo para Curiosity, utilizando el CheMin, en los meses y millas
venideros".
CheMin usa la difracción de rayos X, que es la práctica usual que
realizan los geólogos en la Tierra, utilizando instrumentos de
laboratorio mucho más grandes. Este método proporciona identificaciones
de minerales más exactas que cualquier otro método que se haya empleado
anteriormente en Marte. La difracción de rayos X lee la estructura
interna de los minerales registrando cómo interaccionan sus cristales,
de manera particular, con los rayos X.
Las innovaciones del centro Ames dieron como resultado un
instrumento de difracción de rayos X lo suficientemente compacto como
para poder colocarlo dentro del vehículo explorador todo terreno. Sin
embargo, la exploración de Marte no fue el único beneficio. Las
innovaciones también produjeron aplicaciones a ser utilizadas en la
Tierra, como por ejemplo: equipos de difracción de rayos X compactos y
portátiles para la exploración de petróleo y de gas, el análisis de
objetos arqueológicos y la detección de productos farmacéuticos falsos,
entre otros usos.
La identificación de minerales en las rocas y el suelo es crucial
para la misión de Curiosity ya que, de este modo, se podrá evaluar las
condiciones ambientales del pasado en el cráter Gale. Cada material
guarda el registro de las condiciones bajo las cuales se formó.

La muestra específica para el primer análisis que llevó a cabo el
instrumento CheMin fue suelo que Curiosity recogió con una pala en un
área de polvo y arena que el equipo denominó Rocknest. La muestra fue
procesada a través de un tamiz con el fin de excluir las partículas más
grandes que 150 micrómetros (0,006 pulgada), apenas el ancho de un
cabello humano. La muestra tiene al menos dos componentes: polvo
distribuido globalmente en las tormentas de polvo y arena fina originada
más localmente. A diferencia de los conglomerados de rocas, que
Curiosity investigó hace algunas semanas, y que tienen varios miles de
millones de años de antigüedad e indican que alguna vez fluyó agua allí,
el material del suelo que el instrumento CheMin analizó es más
representativo de procesos modernos en Marte.
"Gran parte de Marte está cubierta de polvo y no comprendimos
completamente su mineralogía", dijo David Bish, quien también es
investigador para el instrumento CheMin, en la Universidad de Indiana,
en Bloomington. "Ahora sabemos que es mineralógicamente similar al
material basáltico, con cantidades significativas de feldespato,
piroxeno y oliveno. Esto fue algo inesperado. Prácticamente la mitad del
suelo es material no cristalino, como el vidrio volcánico o los
productos que se obtienen a partir de la meteorización del vidrio.
Bish dijo: "Hasta el momento, los materiales que analizó Curiosity
son compatibles con nuestras ideas iniciales de los depósitos en el
cráter Gale, que dan cuenta de una transición del medio ambiente a
través del tiempo (pasó de ser húmedo a seco). Las rocas antiguas, como
los conglomerados, sugieren flujos de agua mientras que los minerales en
el suelo más nuevo son compatibles con una interacción limitada con el
agua".
Durante la misión principal de dos años que lleva a cabo el
Proyecto del Laboratorio Científico de Marte, los investigadores usarán
los 10 instrumentos de Curiosity con el fin de investigar si las áreas
del cráter Gale algunas vez ofrecieron condiciones ambientales
favorables para la vida microbiana.