27.05.17.-
Los resultados científicos iniciales de la misión Juno de la NASA a
Júpiter retratan al mayor de los planetas de nuestro Sistema Solar como
un mundo complejo, gigantesco, turbulento… con ciclones del tamaño de la
Tierra en los polos, sistemas de tormentas que descienden hacia el
corazón del gigante de gas, y un enrome campo magnético e irregular que
podría generarse más cerca de la superficie del planeta de lo que se
pensaba.
La sonda espacial Juno fue lanzada el 5
de Agosto de 2011, entrando en la órbita de Júpiter el 4 de Julio de
2016. Los hallazgos ahora presentados corresponden al primer sobrevuelo
de recolección de datos, que voló a 4.200 kilómetros de los remolinos de
nubes de Júpiter el pasado 27 de Agosto.
“Estamos muy contentos de compartir
estos primeros descubrimientos, que nos ayudan a comprender mejor lo que
hace que Júpiter sea tan fascinante”, dijo Diane Brown, encargada del
programa de Juno de la NASA en Washington. "Fue un largo viaje llegar a
Júpiter, pero estos primeros resultados ya demuestran que ha valido la
pena el viaje.”
"Hay tantas cosas aquí que no
esperábamos que hubiéramos tenido que dar un paso atrás y empezar a
repensar esto como un Júpiter completamente nuevo", dijo Scott Bolton,
investigador principal de Juno en el Instituto de Investigación del
Suroeste en San Antonio.
Entre los hallazgos que desafían lo
supuesto hasta ahora figuran los proporcionados por la cámara de Juno,
JunoCam. Las imágenes muestran que ambos polos de Júpiter están
cubiertos por tormentas del tamaño de la Tierra que están densamente
agrupadas y rozándose entre sí.
"Estamos perplejos en cuanto a cómo
podrían formarse, lo estable que es su configuración y por qué el polo
norte de Júpiter no se parece al polo sur", dijo Bolton. "Estamos
cuestionando si se trata de un sistema dinámico, y estamos viendo sólo
una etapa. Durante el próximo año, vamos a ver si desaparece, o es una
configuración estable y estas tormentas están circulando unas alrededor
de otras."
Otra sorpresa viene del radiómetro de
microondas de Juno (MWR), que muestra la radiación térmica de microondas
de la atmósfera de Júpiter, desde la parte superior de las nubes de
amoníaco hasta el fondo de su atmósfera. Los datos del MWR indican que
las cinturones y otras zonas icónicas de Júpiter son misteriosos, con el
cinturón cerca del ecuador penetrando hasta el fondo, mientras que en
otras latitudes parecen evolucionar a otras estructuras. Los datos
sugieren que el amoníaco es bastante variable y continúa aumentando tan
lejos como se puede ver con MWR, que es de unos cientos de kilómetros.
Antes de la misión Juno, se sabía que
Júpiter tenía el campo magnético más intenso en el sistema solar. Las
mediciones de la magnetosfera del planeta masivo con el magnetómetro de
Juno (MAG), indican que el campo magnético de Júpiter es incluso más
fuerte que los modelos esperados, y su forma más irregular. Los datos
del MAG indican que el campo magnético excedió en gran medida las
expectativas en 7.766 Gauss, aproximadamente 10 veces más fuerte que el
campo magnético más fuerte encontrado en la Tierra.
"Juno nos está dando una visión del
campo magnético cercano a Júpiter que nunca hemos tenido antes", dijo
Jack Connerney, investigador principal adjunto de Juno y el líder de la
misión de investigación de campo magnético en el Centro espacial Goddard
de la NASA en Greenbelt, Maryland. "Ya vemos que el campo magnético
parece voluminoso: es más fuerte en algunos lugares y más débil en
otros. Esta distribución desigual sugiere que el campo puede ser
generado por la acción de una dinamo más cerca de la superficie, por
encima de la capa de hidrógeno metálico. Cada sobrevuelo nos acerca a
más a poder determinar dónde y cómo funciona la dinamo de Júpiter".
Juno también está diseñada para estudiar
la magnetosfera polar y el origen de las poderosas auroras de Júpiter.
Estas emisiones de auroras son causadas por partículas que recogen la
energía y golpean las moléculas atmosféricas. Las observaciones
iniciales de Juno indican que el proceso parece funcionar de manera
diferente en Júpiter que en la Tierra.
Juno está en una órbita polar alrededor
de Júpiter, y la mayoría de cada órbita tiene lugar lejos del gigante
del gas. Pero, una vez cada 53 días, su trayectoria se aproxima a
Júpiter desde arriba de su polo norte, donde comienza un tránsito de dos
horas (de polo a polo) volando de norte a sur con sus ocho instrumentos
científicos recolectando datos e imágenes con su cámara JunoCam. La
descarga de seis megabytes de datos recogidos durante el tránsito puede
llevar día y medio.

El polo sur de Júpiter, observado por la nave espacial Juno desde una distancia de 52000 kilómetros. Las estructuras ovales son ciclones de hasta 1000 km de diámetro. Image Credit: NASA/JPL-Caltech/SwRI/MSSS/Betsy Asher Hall/Gervasio Robles