10.05.17.-
Los agujeros negros tienen mala fama en la cultura popular porque
tragan todo lo que hay a su alrededor. En realidad, estrellas, gas y
polvo pueden estar en órbita alrededor de los agujeros negros durante
largos periodos de tiempo, hasta que una perturbación grande empuje el
material hacia el interior.
Una fusión de dos galaxias es una
perturbación de este tipo. Cuando las galaxias se combinan y sus
agujeros negros centrales se aproximan uno al otro, el gas y el polvo de
los alrededores son empujados hacia sus respectivos agujeros negros.
Una enorme cantidad de radiación de alta energía es emitida cuando el
material se precipita en espiral rápidamente hacia el agujero negro
hambriento, que se convierte en lo que los astrónomos llaman un núcleo
galáctico activo (AGN).
Un nuevo estudio utilizando el
telescopio NuSTAR de la NASA demuestra que en las fases finales de la
fusión de galaxias, se ha precipitado tan gran cantidad de gas y de
polvo hacia el agujero negro que el AGN, de enorme brillo, queda oculto
por ellos. El efecto combinado de la gravedad de las dos galaxias frena
las velocidades de giro del gas y el polvo y esta pérdida de energía
hace que el material se precipite hacia el agujero negro.
“Cuanto más avanzada es la fusión, más
envuelto será el AGN”, dijo Claudio Ricci, autor principal del estudio.
“Las galaxias que se hallan en un proceso de unión muy avanzado se
encuentra completamente cubiertas por un envoltorio de gas y polvo”.
Ricci y sus colegas observaron las
emisiones de rayos X de 52 galaxias. Aproximadamente, la mitad de ellas
estaban en la fase final de una fusión. Además de la información del
NuSTAR, los investigadores utilizaron la data de Swift y Chandra de la
NASA, así como el XMM-Newton de ESA.

Comparaciónnd el crecimiento de un agujero negro supermasivo en dos tipos diferentes de galaxias. Image Credit: NASA/National Astronomical Observatory of Japan
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