En esta imagen que aportó el LRO, se observa el cráter Hayn de la Luna, ubicado al noreste del Mare Humboldtianum
(Mar de Humboldt, en idioma español), iluminado por el Sol en lo bajo,
el cual proyecta largas sombras a través del suelo del cráter. Crédito
de la imagen: NASA/GSFC/Universidad Estatal de Arizona (Arizona State
University, en idioma inglés)
El material que contiene hidrógeno es volátil (se evapora con facilidad) y puede encontrarse en forma de moléculas de agua (dos átomos de hidrógeno ligados a un átomo de oxígeno) o de moléculas de ión oxidrilo (un oxígeno ligado a un hidrógeno) que están poco unidas a la superficie lunar. La causa de la discrepancia entre las PFS y las EFS puede ser similar a la manera en la cual el Sol moviliza o redistribuye el agua congelada desde los lugares más templados hacia los más fríos sobre la superficie de la Tierra, según McClanahan.
“Aquí, en el hemisferio norte, si sales en un día soleado después de una nevada, verás que hay más nieve en las pendientes orientadas hacia el norte porque pierden agua a ritmos más lentos que las pendientes orientadas al sur, las cuales están más iluminadas por el Sol”, dijo McClanahan.
“Pensamos que se produce un fenómeno similar con los materiales volátiles en la Luna: las pendientes orientadas hacia el polo no reciben tanta luz solar como las orientadas hacia el ecuador, así que este material que se evapora fácilmente permanece más tiempo y posiblemente se acumula en más cantidad en las pendientes orientadas hacia el polo”.