22.11.17.-
Por primera vez los astrónomos han estudiado un asteroide que ha
entrado en el Sistema Solar desde el espacio interestelar. Observaciones
llevadas a cabo con el VLT (Very Large Telescope) de ESO, en Chile, y
con otros observatorios del mundo, muestran que este objeto único ha
viajado por el espacio durante millones de años antes de su encuentro
casual con nuestro sistema estelar. A diferencia de los objetos que
suelen encontrarse en el Sistema Solar, este parece ser metálico o
rocoso, muy alargado y de un color rojo oscuro. Los resultados aparecen
en la revista Nature del 20 de noviembre de 2017.
El 19 de octubre de 2017, el telescopio
Pan-STARRS 1, en Hawái, captó un débil punto de luz moviéndose a través
del cielo. Al principio parecía un pequeño asteroide típico de rápido
movimiento, pero observaciones llevadas a cabo durante los dos días
posteriores, permitieron calcular su órbita con bastante precisión, lo
que reveló, sin ninguna duda, que este cuerpo no se originó dentro del
Sistema Solar, como todos los demás asteroides o cometas observados
hasta ahora, sino que venía del espacio interestelar. Aunque
originalmente fue clasificado como cometa, observaciones de ESO y de
otras instalaciones no revelaron signos de actividad cometaria tras su
paso más cercano al Sol, en septiembre de 2017. El objeto ha sido
reclasificado como un asteroide interestelar y nombrado 1I/2017 U1
('Oumuamua).
“Tuvimos que actuar con rapidez”,
explica Olivier Hainaut, miembro del equipo de ESO, en Garching
(Alemania). “'Oumuamua había pasado ya su punto más cercano al Sol y se
dirigía hacia el espacio interestelar”.
Dado que puede hacerlo con mucha más
precisión que telescopios más pequeños, el telescopio VLT (Very Large
Telescope) de ESO entró inmediatamente en acción para medir la órbita,
el brillo y el color del objeto. La rapidez era vital, ya que 'Oumuamua
está desapareciendo rápidamente, pues se aleja del Sol y ha pasado la
órbita de la Tierra, en su camino fuera del Sistema Solar. Pero había
más sorpresas por venir.
Combinando las imágenes del instrumento
FORS del VLT (con cuatro filtros diferentes) con las de otros grandes
telescopios, el equipo de astrónomos dirigido por Karen Meech (Instituto
de Astronomía, Hawái, EE.UU.) descubrió que 'Oumuamua varía muchísimo
su brillo, en un factor de diez, a medida que gira sobre su eje cada 7,3
horas.
Karen Meech lo explica: “Esta gran
variación en brillo, poco común, significa que el objeto es muy
alargado: su longitud es unas diez veces mayor que su anchura, con una
forma compleja y enrevesada. También descubrimos que tiene un color rojo
oscuro, similar a los objetos del Sistema Solar exterior, y confirmamos
que es totalmente inerte, sin el menor atisbo de polvo alrededor de
él”.
Estas propiedades sugieren que 'Oumuamua
es denso, posiblemente rocosos o con gran contenido metálico, sin
cantidades significativas de hielo ni agua, y que su superficie ahora es
oscura y está enrojecida debido a los efectos de la irradiación de
rayos cósmicos durante millones de años. Se estima que mide al menos 400
metros de largo.
Cálculos orbitales preliminares sugieren
que el objeto viene aproximadamente de la dirección en la que se
encuentra la brillante estrella Vega, en la constelación septentrional
de Lyra. Sin embargo, incluso viajando a la vertiginosa velocidad de
95000 kilómetros/hora, le llevó tanto tiempo a este objeto interestelar
hacer el viaje a nuestro Sistema Solar que Vega no estaba cerca de esa
posición cuando el asteroide estaba allí, hace unos 300 000 años. Es
probable que 'Oumuamua haya estado vagando a través de la Vía Láctea,
independiente a cualquier sistema estelar, durante cientos de millones
de años antes de su casual encuentro con el Sistema Solar.
Los astrónomos estiman que, una vez al
año, un asteroide interestelar similar a 'Oumuamua pasa por el interior
del Sistema Solar, pero son débiles y difíciles de detectar, por lo que
no se han visto hasta ahora. Gracias a los nuevos telescopios de rastreo
como Pan-STARRS, que son lo suficientemente potentes, ahora tenemos la
oportunidad de descubrirlos.
“Seguimos observando este objeto único”,
concluye Olivier Hainaut, “y esperamos precisar con más exactitud de
dónde proviene y cuál será su próximo destino en su viaje por la
galaxia. Y ahora que hemos encontrado la primera roca interestelar, ¡nos
estamos preparando para las próximas!”.

Ilustración del asteroide interestelar 'Oumuamua. Image Credit: ESO/M. Kornmesser