sábado, 26 de octubre de 2013

Se descubrió un enorme cañón debajo del hielo de Groenlandia

29 de agosto de 2013: Datos proporcionados por una misión científica aérea de la NASA han revelado un inmenso y antes desconocido cañón oculto 1,6 kilómetros (1 milla) por debajo de la capa de hielo en Groenlandia.
"Podríamos dar por sentado que el paisaje de la Tierra ha sido completamente explorado y cartografiado", dijo Jonathan Bamber, quien es profesor de geografía física en la Universidad de Bristol, en el Reino Unido, y autor principal del estudio que fue publicado en  la revista Science (Ciencia, en idioma español). "Nuestras investigaciones muestran que todavía hay mucho por descubrir".

Waves on Titan (splash)
 
 Oculto durante toda la historia de los seres humanos, un cañón de 740 kilómetros (460 millas) de longitud ha sido descubierto debajo de la capa de hielo de Groenlandia. Utilizando datos proporcionados por medio de radares de la Operación IceBridge (Puente de Hielo, en idioma español), de la NASA, científicos descubrieron que el cañón ocupa desde cerca del centro de la isla en dirección norte hasta el fiordo del glaciar Petermann. Reproducir el video [en idioma inglés] 
 
El cañón posee las características de un sinuoso canal de río y mide, al menos, 740 kilómetros (460 millas) de longitud, lo cual lo hace más largo que el Gran Cañón. En algunos lugares, mide hasta 800 metros (2.600 pies) de profundidad, a escala con segmentos del Gran Cañón. Se cree que este inmenso rasgo del paisaje es anterior a la capa de hielo que ha cubierto a Groenlandia durante los últimos millones de años.
Los científicos usaron datos proporcionados por radares sobre miles de kilómetros observados; dichos datos fueron recolectados por la NASA, que contrató investigadores del Reino Unido y de Alemania durante varias décadas, con el fin de descifrar el paisaje que yace debajo de la capa de hielo de Groenlandia.

Una gran porción de estos datos fue recolectada desde el año 2009 hasta 2012 por la Operación IceBridge (Puente de Hielo, en idioma español), de la NASA, una campaña científica aérea que estudia el hielo polar. Uno de los instrumentos científicos de dicha operación, el Radar de Sonda Multicanal Coherente de Profundidad (Multichannel Coherent Radar Depth Sounder, en idioma inglés), puede "ver" a través de las vastas capas de hielo para medir su espesor y la forma del lecho de roca que se encuentra debajo.
En su análisis de los datos de radar, el equipo descubrió un cañón que se extiende desde casi el centro de la isla y termina más allá del fiordo del glaciar Petermann en el norte de Groenlandia.
A ciertas frecuencias, las ondas de radio pueden viajar a través del hielo y rebotar desde el lecho de roca que está debajo. El tiempo que tardaban las ondas de radio en rebotar ayudó a los investigadores a determinar la profundidad del cañón. Cuánto más tardaban, más profundo era el lecho de roca.

Waves on Titan (glint)
 
 Un avión de investigación de la Operación Icebridge P-3B en Groenlandia Más información
 
"Dos cosas nos llevaron a este descubrimiento", contó Michael Studinger, un científico del proyecto IceBridge, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales (Goddard Space Flight Center, en idioma inglés), de la NASA, en Greenbelt, Maryland. "Fue la enorme cantidad de datos recolectados por IceBridge y el trabajo de combinarlos con otros conjuntos de datos para formar una compilación de todos los datos existentes de Groenlandia lo que hizo que este rasgo apareciera ante nuestros ojos".

Los investigadores creen que el cañón desempeña un importante papel en el transporte de agua de fusión de la nieve sub-glaciar desde el interior de Groenlandia hasta el borde de la capa de hielo que llega al océano. La evidencia sugiere que antes de la presencia de la capa de hielo, hace 4 millones de años, el agua fluía en el cañón desde el interior hacia la costa y era un importante sistema fluvial.
"Es notable que un canal del tamaño del Gran Cañón sea descubierto en el siglo XXI debajo de la capa de hielo de Groenlandia", dijo Studinger. "Eso demuestra lo poco que todavía conocemos del lecho de roca que yace debajo de las grandes capas del hielo continental".
La campaña IceBridge regresará a Groenlandia en marzo del año 2014 con el fin de continuar recolectando datos sobre el hielo en la tierra y en el mar, en el Ártico, usando un conjunto de instrumentos que incluyen al radar de penetración de hielo.

sábado, 19 de octubre de 2013

Una nave de la NASA confecciona un mapa de la cola del sistema solar

10 de julio de 2013: Al igual que los cometas, el sistema solar tiene una cola. Por primera vez, la nave espacial IBEX (acrónimo de Interstellar Boundary Explorer, en idioma inglés, o Explorador de la Frontera Interestelar, en idioma español), de la NASA, confeccionó un mapa de la estructura de esta cola, que tiene forma de trébol de cuatro hojas.

En un trabajo publicado en la edición del 10 de julio de la revista Astrophysical Journal, los científicos describen la cola, denominada heliocola, tomando como base las imágenes recolectadas durante los tres primeros años de operación del IBEX.


Solar System Tail (splash)
 
 Un nuevo video de la NASA explora la cola del sistema solar, que es similar a la de un cometa. Reproducir el video (en idioma inglés)
 
 
A pesar de que algunos telescopios han detectado estas colas alrededor de otras estrellas, ha sido difícil descubrir si nuestra estrella produjo alguna. Las partículas que fueron halladas en la cola (y en toda la heliosfera, que es la región del espacio sobre la cual tiene influencia nuestro Sol) no brillan, de manera que no se pueden observar a través de los instrumentos convencionales.

"Al examinar los átomos neutros, el IBEX ha podido llevar a cabo las primeras observaciones de la heliocola", dijo David McComas, quien es el investigador principal del IBEX, en el Instituto de Investigaciones del Sudoeste (Southwest Research Institute, en idioma inglés), ubicado en San Antonio, Texas, y también es el autor principal del trabajo. "Muchos modelos han sugerido que la heliocola podría parecerse a esto o a aquello, pero no hemos realizado observaciones. Siempre hacíamos dibujos en los cuales la cola del sistema solar simplemente se iba 'apagando' ya que ni siquiera podíamos especular sobre cómo se veía realmente".

El IBEX mide las partículas neutras creadas por las colisiones en los confines del sistema solar. Esta técnica, denominada imágenes de átomos neutros energéticos, se basa en el hecho de que las trayectorias de las partículas neutras no se ven afectadas por el campo magnético del Sol. En cambio, las partículas viajan en línea recta desde el sitio de la colisión hasta IBEX. En consecuencia, la observación del sitio del que provienen las partículas neutras describe lo que está sucediendo en estas regiones distantes.

Solar System Tail (tails, 200px)
 
 Otras estrellas exhiben colas que viajan detrás de ellas como la cola de un cometa. Los científicos utilizaron el Explorador de la Frontera Interestelar (Interstellar Boundary Explorer, en idioma inglés), de la NASA, 
con el fin de confirmar que nuestro sistema solar también tiene una cola. Desde la esquina superior izquierda, y en el sentido contrario al de las manecillas del reloj, las estrellas que se muestran son: LLOrionis, BZ Cam y Mira. Crédito de la imagen: NASA / HST / R.Casalegno / GALEX 
 
"Desde que comenzó a trabajar, en el año 2008, el equipo de la misión IBEX nos ha sorprendido con sus descubrimientos en la frontera interestelar, incluyendo un desconocido cinturón de partículas neutras energéticas que la atraviesa", declaró Arik Posner, un científico del programa IBEX, de la NASA, en Washington. "La nueva imagen de la heliocola proporcionada por el IBEX completa un área que previamente tenía un vacío en el mapa. Somos testigos de primera mano del rápido progreso de la ciencia heliofísica".

Al reunir las observaciones llevadas a cabo durante los tres primeros años de trabajo del IBEX, el equipo mostró una cola con una combinación de partículas que se mueven rápidamente y otras que lo hacen lentamente. Hay dos lóbulos de partículas más lentas a los costados y partículas más rápidas arriba y abajo. Esta forma de trébol de cuatro hojas se puede atribuir al hecho de que, en los últimos años, el Sol ha estado enviando viento solar de rápido desplazamiento hacia la región cercana a sus polos y viento solar más lento hacia la región de su ecuador. Este es un patrón común en la fase más reciente del ciclo solar de 11 años de nuestro Sol.

Sin embargo, la forma de trébol no se alinea perfectamente con el sistema solar. La forma completa está levemente rotada, lo cual indica que se aleja del Sol y de su influencia magnética, y las partículas cargadas comienzan a abrirse paso hacia una nueva orientación, alineándose de este modo con los campos magnéticos de la galaxia local.

Los científicos no saben cuán larga es la cola, pero creen que se va desvaneciendo hasta tornarse indistinguible del resto del espacio interestelar. Asimismo, los científicos están poniendo a prueba sus actuales modelos del sistema creados por computadora y los están comparando con las nuevas observaciones con el fin de poder lograr un mejor entendimiento de la cola, similar a la de un cometa, que se mueve detrás de nosotros.

domingo, 29 de septiembre de 2013

El cometa ISON sobrevolará Marte

12 de septiembre de 2013: Astrónomos de todo el mundo ya están hablando sobre el acercamiento del cometa ISON. El Día de Acción de Gracias, en 2013, el helado visitante que proviene del sistema solar exterior pasará rozando la atmósfera externa del Sol y, si sobrevive, podría emerger como uno de los cometas más brillantes en años.
Aunque, primero, tiene que sobrevolar Marte.
"El cometa ISON visitará al Planeta Rojo", dice el astrónomo Carey Lisse, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins (Johns Hopkins University Applied Physics Lab, en idioma inglés). "El 1 de octubre, el cometa pasará a 0,07 UA de Marte, esto es aproximadamente seis veces más cerca que lo que jamás estará de la Tierra".


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 Un nuevo video de ScienceCast anticipa el sobrevuelo de Marte que realizará el cometa ISON el 1 de octubre de 2013. Reproducir el video [en idioma inglés] 
 
Los vehículos exploradores de Marte y los satélites podrán tener una vista cercana del evento. Es demasiado pronto para decir si Curiosity (Curiosidad, en idioma español) podrá ver el cometa desde la superficie de Marte; eso depende de cuánto brille ISON desde ahora hasta que se desarrolle el suceso. Lisse afirma que la mejor apuesta es el Orbitador de Reconocimiento de Marte (Mars Reconnaissance Orbiter o MRO, por su sigla en idioma inglés), de la NASA. El satélite MRO está equipado con un poderoso telescopio de medio metro llamado HiRISE (High Resolution Imaging Science Experiment, en idioma inglés o Experimento Científico de Imágenes en Alta Resolución, en idioma español), que es más que capaz de detectar la atmósfera y la cola del cometa. Las fechas planeadas para realizar las observaciones son cuatro: 20 de agosto, 29 de septiembre, 1 y 2 de octubre.
El HiRISE no fue enviado a Marte para realizar observaciones astronómicas, señala el investigador principal del telescopio Alfred McEwen, de la Universidad de Arizona. "La cámara está diseñada para tomar imágenes rápidas de Marte. Nuestro tiempo de exposición máximo es limitado, en comparación con los detectores colocados en otros telescopios espaciales. Y esta es una gran limitación para tomar imágenes de los cometas. Sin embargo, creo que detectaremos al cometa ISON".
El sobrevuelo de Marte se da en un momento clave del viaje del cometa ISON. Habrá cruzado la "línea de congelamiento", un sitio ubicado justo afuera de la órbita de Marte, donde el calentamiento solar es suficiente como para comenzar a evaporar el agua congelada.

"Los elementos volátiles en un cometa son de un ochenta a un noventa por ciento hielo de agua", comenta Lisse. "Justo ahora, en agosto, casi toda el agua todavía está congelada y la desgasificación que vemos en ISON se produce debido al dióxido de carbono y otros elementos que lo forman en menor cantidad. Es probable que solamente estén activos trozos aislados del núcleo del cometa".
Pero cuando ISON cruce la línea de congelamiento, "el cometa entero podría hacer erupción en géiseres de gas", dice Lisse. "Los orbitadores de Marte tendrán una vista privilegiada del evento".
En Marte, la cantidad de desgasificación dará pistas a los investigadores respecto del tamaño del núcleo de ISON, el cual está escondido dentro de la polvorosa atmósfera del cometa.
"Si el núcleo del cometa ISON es mucho más grande que 0,5 kilómetros, probablemente sobreviva a su encuentro con el Sol el Día de Acción de Gracias", señala Lisse. "Podría convertirse en uno de los cometas más espectaculares en mucho años".

Waves on Titan (glint)
 
 Haga clic en la imagen para ver una órbita interactiva del cometa ISON. Referencias de la imagen = Earth: Tierra, Mercury: Mercurio, Mars: Marte 
 
McEwen anticipa que esto servirá como una puesta a punto para otro encuentro cometario que tendrá lugar el próximo año. "El valor científico de observar al cometa ISON es difícil de predecir. Nunca intentamos algo como esto antes. No obstante, es una buena práctica para prepararnos para el cometa Siding Spring, el cual pasará mucho más cerca de Marte en el año 2014".
Por ahora, todas las miradas están puestas en el cometa ISON. Un cantidad sin precedentes de naves espaciales de la NASA (16) estarán observando el cometa. Los astronautas que se encuentran a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI, por su sigla en idioma español) también estarán observando.
Mientras tanto, en la Tierra, Lisse está trabajando con la NASA con el fin de organizar una campaña mundial de observación del cometa ISON. "Nuestro objetivo es que todos los telescopios de la Tierra apunten hacia el cometa cuando emerja del Sol", comenta Lisse. "El sobrevuelo de Marte nos dará una vista anticipada y rápida y nos proporcionará la información que necesitamos para predecir lo que podríamos ver".

sábado, 21 de septiembre de 2013

Manténgase alerta; ya llega la Luna de la cosecha

16 de septiembre de 2013: Según el folclore, cada luna llena tiene un nombre especial. Está la Luna del lobo, la Luna de la nieve, la Luna del gusano, la Luna del heno, la Luna de las flores, la Luna de las fresas, la Luna de la tormenta, la Luna del esturión, la Luna de la cosecha, la Luna del cazador, la Luna del castor y la Luna de las largas noches. Cada nombre nos dice algo sobre la estación o el mes en el cual aparece la Luna llena.
La Luna llena de este mes es la Luna de la cosecha.


Waves on Titan (splash)
 
 Un nuevo video de ScienceCast explora los datos y el folclore relacionados con la Luna de la cosecha. Reproducir el video [en idioma inglés]
 
La Luna de la cosecha es la Luna llena que está más cerca del equinoccio otoñal, que es el comienzo del otoño en el hemisferio norte. En 2013, la Luna estará llena el 19 de septiembre (la noche del 18 - 19 de septiembre en América del Norte), mientras que el equinoccio llegará justo después, el 22 de septiembre. La coincidencia prepara el escenario para un bonito espectáculo protagonizado por la luz de la Luna de la cosecha.
Antes de que existiera el foco de luz, los granjeros dependían de la luz de la Luna para poder cosechar sus cultivos. Muchos cultivos maduran a la vez a fines del verano y principios del otoño, de modo que los granjeros estaban muy ocupados en esa época del año. Tenían que trabajar cuando se ponía el Sol. La luz de la Luna se convirtió en una parte esencial de la agricultura y, en consecuencia, nació la Luna de la cosecha.
Pero, sin embargo, la Luna de la cosecha es más que simplemente un nombre pasado de moda. Es verdaderamente especial.
 
 
Durante todo el año, la Luna aparece, en promedio, alrededor de 50 minutos más tarde cada día. Pero cerca del equinoccio de otoño, esta diferencia se reduce a solamente 30 minutos. La razón es que al comienzo del otoño la trayectoria orbital de la Luna forma un ángulo estrecho con el horizonte nocturno.
Para quienes no son astrónomos, eso podría sonar como una trivialidad celestial. Pero, para quienes observan el cielo, eso hace una enorme diferencia. Durante varias noches consecutivas, alrededor de la hora en que aparece la Luna de la cosecha, la Luna sale a aproximadamente la misma hora, el atardecer. Y sabemos lo que sucede cuando la Luna sale al atardecer...
Las lunas que "cuelgan" en la parte baja del horizonte se ven de color rojizo debido a las nubes y al polvo. Y no sólo eso, están "hinchadas" y alcanzan un tamaño extraordinario debido a la ilusión lunar, un muy conocido y todavía misterioso truco de la vista que hace que veamos a las lunas que se ubican bajas en el horizonte mucho más grandes que lo que realmente son.
Cuando unimos todos estos efectos, la Luna de la cosecha con frecuencia parece una enorme calabaza. La experiencia se repite durante varias noches consecutivas cerca del equinoccio.
Una enorme Luna del color de una calabaza que sale en el Este es una linda manera de dar comienzo al otoño en el hemisferio norte. Y es una bonita manera de terminar el día. Cuando se ponga el Sol, el 18 de septiembre, vaya afuera y mire hacia el Este para disfrutar de la Luna de la cosecha.

sábado, 14 de septiembre de 2013

La sonda Voyager 1 abandonó el sistema solar

12 de septiembre de 2013: La nave espacial Voyager 1, de la NASA, es oficialmente el primer objeto construido por los seres humanos que ha ingresado al espacio interestelar. La sonda, de 36 años, se encuentra a alrededor de 19.000 millones de kilómetros (12.000 millones de millas) de nuestro Sol.
Nuevos e inesperados datos indican que la sonda Voyager 1 ha estado viajando durante aproximadamente un año a través del plasma, o gas ionizado, que está presente en el espacio que hay entre las estrellas. Voyager está en una región de transición ubicada inmediatamente por afuera de la burbuja solar, donde algunos efectos de nuestro Sol todavía son evidentes. Un informe sobre el análisis de estos nuevos datos, un esfuerzo liderado por Don Gurnett y el equipo científico que estudia las ondas de plasma en la Universidad de Iowa, Iowa City, se publicó en la edición del jueves de la revista Science (Ciencia, en idioma español).


Perseid Fireballs (splash)
 
 
 Un nuevo video de ScienceCast ofrece un adelanto de lo que será la lluvia de meteoros Perseidas de 2013. [Reproducir el video
 
 
"Ahora que tenemos datos nuevos y clave, creemos que esto es el salto histórico de la humanidad hacia el espacio interestelar", dijo Ed Stone, quien es un científico del proyecto Voyager en el Instituto de Tecnología de California (California Institute of Technology, en idioma inglés), en Pasadena. "El equipo de Voyager necesitó tiempo para analizar esas observaciones y hacer que tuvieran sentido. Pero ahora podemos responder la pregunta que todos nos hemos estado haciendo: '¿Ya llegamos?' Claro que sí".

En el año 2004, Voyager 1 detectó por primera vez el aumento de la presión del espacio interestelar sobre la heliosfera, la burbuja de partículas cargadas que rodean al Sol y que llega mucho más allá de los planetas exteriores. Los científicos, en ese momento, reforzaron la búsqueda de pruebas relacionadas con el arribo de la sonda al espacio interestelar sabiendo que podría llevar meses o años finalizar el análisis de los datos y la interpretación.

Voyager 1 no tiene un sensor de plasma en funcionamiento, de modo que los científicos necesitaron una manera diferente de medir el ambiente de plasma de la nave espacial para hacer una determinación definitiva de su ubicación. Una eyección de masa coronal, o una explosión masiva de viento solar y campos magnéticos, que erupcionó desde el Sol en marzo de 2012, proporcionó a los científicos los datos que necesitaban. Cuando este inesperado regalo que hizo el Sol finalmente llegó al sitio donde estaba Voyager 1,
13 meses después, en abril de 2013, el plasma que rodeaba a la nave espacial comenzó a vibrar como si fuera la cuerda de un violín. El 9 de abril, el instrumento construido para detectar ondas de plasma captó el movimiento. La pendiente de las oscilaciones ayudó a los científicos a determinar la densidad del plasma.

Las oscilaciones en particular indicaron que la nave espacial estaba bañada en plasma que era más de 40 veces más denso que lo que habían hallado en la capa externa de la heliosfera. Este es el tipo de densidad que se espera encontrar en el espacio interestelar.
El equipo científico dedicado al estudio de las ondas de plasma revisó sus datos y descubrió un conjunto previo y más tenue de oscilaciones en octubre y noviembre del año 2012. A través de la extrapolación de las densidades de plasma medidas en ambos eventos, el equipo determinó que Voyager 1 ingresó por primera vez en el espacio interestelar en agosto de 2012.

"Literalmente, saltamos de nuestros asientos cuando vimos estas oscilaciones en nuestros datos; ellas nos mostraron que la nave espacial estaba en una región completamente nueva, que se puede comparar con lo que se esperaba en el espacio interestelar, y totalmente diferente de la burbuja solar", dijo Gurnett. "Quedó claro que habíamos atravesado la heliopausa, que es la frontera entre el plasma solar y el plasma interestelar, sobre la cual hemos hecho muchas hipótesis durante largo tiempo".

Los nuevos datos sobre el plasma sugieren un rango de tiempo que coincide con cambios abruptos y duraderos en la densidad de las partículas energéticas que se detectaron por primera vez el 25 de agosto de 2012. El equipo de Voyager generalmente acepta esta fecha como la fecha en la que llegamos al espacio interestelar. Los cambios detectados en las partículas cargadas así como en el plasma fueron los que se hubieran esperado durante un cruce de la heliopausa.

"El arduo trabajo del equipo por construir una nave espacial durable y por manejar cuidadosamente los limitados recursos de la nave espacial Voyager dieron sus frutos con otro hallazgo para la NASA y para la humanidad", señaló Suzanne Dodd, gerente de proyecto de la misión Voyager, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California. "Esperamos que los instrumentos científicos de campo y de partículas ubicados en Voyager continúen enviando datos al menos hasta el año 2020. No podemos esperar para ver lo que los instrumentos de Voyager nos mostrarán sobre el espacio profundo".

Voyager 1 y su nave gemela, Voyager 2, fueron lanzadas con 16 días de diferencia, en el año 1977. Ambas sondas sobrevolaron Júpiter y Saturno. Voyager 2 también sobrevoló Urano y Neptuno. Voyager 2, que fue lanzada antes que Voyager 1, es la nave espacial que ha estado en funcionamiento durante más tiempo. Está a alrededor de 15.000 millones de kilómetros (9.500 millones de millas) de distancia de nuestro Sol.
Los controladores de la misión Voyager todavía hablan diariamente de las sondas Voyager 1 y Voyager 2, o reciben datos de ellas, aunque las señales emitidas son, en la actualidad, muy débiles, a aproximadamente 23 vatios (la potencia de la luz de un refrigerador).

 Para cuando las señales llegan a la Tierra, son una fracción de un trillonésimo de vatio. Los datos proporcionados por los instrumentos Voyager 1 se transmiten a la Tierra generalmente a 160 bits por segundo, y son captados por las estaciones de 34 y 70 metros de la Red del Espacio Profundo (Deep Space Network, en idioma inglés), de la NASA. Viajando a la velocidad de la luz, una señal desde la sonda Voyager 1 tarda alrededor de 17 horas en llegar a la Tierra. Después de la transmisión de los datos al JPL y de que los equipos de ciencia los procesan, los datos de Voyager se dan a conocer públicamente.

"Voyager ha llegado valientemente a un sitio donde nadie fue antes, marcando así uno de los logros tecnológicos más significativos en los anales de la historia de la ciencia y sumando un nuevo capítulo en los sueños y en los esfuerzos científicos de los seres humanos", expresó John Grunsfeld, el administrador asociado de la división científica de la NASA, en Washington. "Quizás los futuros exploradores del espacio profundo se encuentren con Voyager, nuestro primer enviado interestelar, y reflejen la enorme colaboración que realizó esta intrépida nave espacial para que ellos pudieran llevar a cabo ese viaje".

Los científicos no saben cuándo Voyager 1 llegará a la parte no explorada del espacio interestelar, donde no hay influencia de nuestro Sol. Ellos tampoco están seguros de cuándo Voyager 2 cruzará al espacio interestelar, pero sí saben que no falta mucho tiempo.

domingo, 8 de septiembre de 2013

El Telescopio Espacial Hubble descubre un planeta de color azul cobalto

11 de julio de 2013: Astrónomos que trabajan con el Telescopio Espacial Hubble, de la NASA, han deducido cuál es el color real de un planeta que órbita otra estrella a 63 años luz de distancia.
El planeta es HD 189733b, uno de los exoplanetas más cercanos que pueden verse cruzando la cara de su estrella, y su color es azul cobalto. Si se lo observara directamente, este planeta luciría como un punto azul profundo, lo que recuerda el color de la Tierra vista desde el espacio.



 
 El concepto de este artista que confeccionó la imagen muestra al exoplaneta HD 189733b orbitando su estrella de colores amarillo y naranja. El Telescopio Espacial Hubble, de la NASA, midió el color real de la luz visible del planeta, que es azul profundo. Crédito de la imagen: NASA, ESA y G. Bacon (STScI)

El Espectrógrafo de Imágenes del Telescopio Espacial Hubble midió cambios en el color de la luz del planeta antes, durante y después de pasar detrás de su estrella. Se observó una pequeña disminución en la luz y un leve cambio en el color de la luz. "Vimos que la luz se volvía menos brillante en el azul pero no en el verde o en el rojo. La luz desaparecía en el azul pero no en el rojo cuando estaba oculto", dijo el miembro del equipo de investigación Frederic Pont, de la Universidad de Exeter, en el sudoeste de Inglaterra. "Esto significa que el objeto que desapareció era azul".

Observaciones anteriores han dado cuenta de la evidencia de una dispersión de luz azul en el planeta. La última observación que llevó a cabo el telescopio Hubble confirma dicha evidencia.
Aunque el planeta nos recuerda a la Tierra en cuanto a su color, este no es un mundo como la Tierra.
En este turbulento mundo alienígena, la temperatura diurna es cercana a los 2.000 grados Fahrenheit, y posiblemente llueva cristal, lateralmente, en un viento huracanado de 7.242 kilómetros por hora (4.500 millas por hora). El color azul cobalto no proviene de la reflexión en un océano tropical, como sucede en la Tierra, sino más bien de una brumosa atmósfera caliente que contiene altas nubes enlazadas con partículas de silicato. La condensación de silicatos en el calor podría formar muy pequeñas gotas de cristal que dispersan la luz azul más que la luz roja.


Blue Planet (splash2)
 
 
 Esta gráfica compara los colores de los planetas de nuestro sistema solar con el exoplaneta HD 189733b. El color azul profundo del exoplaneta es producido por gotitas de silicato, las cuales dispersan la luz azul en su atmósfera. Crédito de la imagen: NASA, ESA, y A. Feild (STScl) 
 
El telescopio Hubble y otros observatorios han llevado a cabo estudios exhaustivos sobre HD 189733b y han descubierto que su atmósfera es variable y exótica.

HD 189733b está clasificado en la categoría de los planetas extraños llamados Júpiters calientes, que orbitan precariamente cerca de su estrella principal.

Además, HD 189733b fue descubierto en el año 2005. Está ubicado solamente a 4,7 millones de kilómetros (2,9 millones de millas) de su estrella principal; tan cerca que está ligado gravitacionalmente. Un lado siempre está de cara a la estrella y otro lado siempre está oscuro.

En 2007, el Telescopio Espacial Spitzer, de la NASA, midió la luz infrarroja, o calor, del planeta, dando lugar de este modo a uno de los primeros mapas de temperatura de un exoplaneta. El mapa muestra que la temperatura entre el lado diurno y el lado nocturno en HD 189733b difiere en unos 500 grados Fahrenheit. Esto debería ocasionar vientos feroces que rugen desde el lado diurno hasta el lado nocturno.


Para obtener más información sobre los Júpiters calientes y sobre el clima que estos experimentan, mire el video de ScienceCast, en idioma inglés: Big Weather on Hot Jupiters (Fenomenales condiciones meteorológicas en los "Júpiters calientes").

sábado, 31 de agosto de 2013

¿Es el permafrost del Ártico el "gigante dormido" del cambio climático?

24 de junio de 2013: Mientras vuela bajo y lentamente sobre el terreno virgen de la Ladera Norte de Alaska, el científico dedicado a las investigaciones Charles Miller, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, examina la extensión blanca de la tundra y el permafrost (la capa del suelo que está permanentemente congelada en las regiones polares), que se encuentra debajo. En el horizonte, aparece una línea larga y oscura. Su avión se acerca y el misterioso objeto se revela como un enorme rebaño de caribúes en migración, que se extiende por kilómetros.

Es un espectáculo que Miller no olvidará pronto.

"Ver a los caribúes marchando en fila india a través de la tundra pone en perspectiva lo que estamos haciendo aquí en el Ártico", dice Miller, quien se encuentra en una misión de cinco años llamada "CARVE" con el fin de estudiar cómo el cambio climático está afectando el ciclo del carbono en el Ártico.

Arctic Permafrost (splash)
 
 Un nuevo video de ScienceCast da un vistazo debajo de la capa superior del suelo con el fin de inspeccionar las acumulaciones de carbono del permafrost en el Ártico. Las áreas en color azul indican un área de cobertura de permafrost mayor que el 90%; las áreas en color celeste oscuro denotan una presencia de permafrost discontinua o esporádica (del 10 al 90%) y las áreas en color celeste claro indican áreas aisladas con permafrost. Reproducir el video (en idioma inglés).
 
CARVE es el acrónimo en idioma inglés de "Carbon in Arctic Reservoirs Vulnerability Experiment" (Experimento de Vulnerabilidad de los Depósitos de Carbono del Ártico). Ahora, en su tercer año, la campaña aérea está poniendo a prueba la hipótesis de que los depósitos de carbono del Ártico son vulnerables al calentamiento, mientras que entrega los primeros mapas de los gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono y el metano. Alrededor de dos docenas de científicos de 12 instituciones participan en este proyecto.
"El Ártico es fundamental para la comprensión del clima global", dice Miller. "El cambio climático ya está ocurriendo en el Ártico, más rápidamente que lo que los ecosistemas pueden adaptarse. Observar el Ártico es como observar a un canario en una mina de carbón de todo el sistema de la Tierra (porque sirve de advertencia)".
Durante cientos de miles de años, el permafrost del Ártico ha acumulado grandes reservas de carbono orgánico (se estima que de 1,4 a 1,85 billones de toneladas métricas). Eso es aproximadamente la mitad de todo el carbono orgánico estimado que se encuentra almacenado en los suelos de la Tierra. En comparación, cerca de 350 mil millones de toneladas métricas de carbono se han emitido debido a toda la combustión de combustibles fósiles y las actividades humanas desde el año 1850. La mayor parte del carbono del Ártico se encuentra en suelos ubicados dentro de los 3 metros de la superficie, los cuales son vulnerables al deshielo.
Pero, según lo que los científicos están averiguando, es posible que el permafrost y su carbono almacenado no sean tan permanentes como su nombre lo indica. Y eso les preocupa.

"El permafrost se está calentando más rápidamente que la temperatura del aire del Ártico (tanto como de 1,5 a 2,5 grados centígrados en tan sólo los últimos 30 años)", señala Miller. "Cuando el calor de la superficie de la Tierra penetra en el permafrost, amenaza con movilizar estas reservas de carbono orgánico y liberarlo a la atmósfera en forma de dióxido de carbono y metano, alterando de este modo el equilibrio del carbono del Ártico y agravando enormemente el calentamiento global".

Los vuelos de campaña del CARVE se realizan a bordo de un avión C-23 Sherpa, con instrumentos especiales, de la NASA, que despega desde las Instalaciones de Vuelo Wallops (Wallops Flight Facility, en idioma inglés), de la NASA, en la isla Wallops, Virginia. El C-23 no va a ganar ningún concurso de belleza; sus pilotos se refieren a él como "un camión de UPS con una mala cirugía de nariz". En su interior, es extremadamente ruidoso (los pilotos y la tripulación llevan auriculares que están preparados para anular el ruido y poder así comunicarse). "Cuando te quitas los auriculares, es como estar en una carrera de la NASCAR (Asociación Nacional de Carreras de Automóviles de Serie, en idioma español)", bromeó Miller.
Pero lo que al C-23 le falta en cuanto a belleza y silencio, se compensa con la fiabilidad y la capacidad de volar "en el barro". Por lo general, vuela a unos 150 metros sobre el nivel del suelo, con subidas periódicas a altitudes superiores para recopilar datos de fondo. A bordo del avión, instrumentos sofisticados "huelen" la atmósfera en busca de gases de efecto invernadero. "Nosotros tenemos que volar muy cerca de la superficie del Ártico para capturar los intercambios interesantes de carbono que tienen lugar entre la superficie de la Tierra y la atmósfera", relata Miller.

El equipo del CARVE llevó a cabo vuelos de prueba en el año 2011 y vuelos científicos en 2012. En lo que va de 2013, han realizado tres campañas mensuales (en abril, mayo y junio) y faltan cuatro más.
Desde una base en Fairbanks, Alaska, el C-23 vuela hasta ocho horas diarias a sitios ubicados en la Ladera Norte, así como en el interior y en el valle del Río Yukón de Alaska, por encima de la tundra, del permafrost, de los bosques boreales, de las turberas y de los humedales.

Elevándose sobre el terreno ártico, Miller ha visto muchas cosas que no olvidará. Y los datos obtenidos en relación con el permafrost podrían resultar inolvidables, también.