El Lago Vida, el más grande de varios lagos excepcionales que se encontraron en los valles McMurdo Dry, no contiene oxígeno, está casi totalmente congelado y posee los niveles más elevados de óxido nitroso de cualquier masa de agua natural de la Tierra. Un líquido salobre, que es aproximadamente seis veces más salado que el agua de mar, se filtra a través del ambiente de hielo, donde la temperatura promedio es menos 22 grados Celsius (menos 8 grados Fahrenheit). El equipo internacional de científicos publicó sus hallazgos en Internet, el 26 de noviembre, en la primera edición de los Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias.
Micrografía por barrido electrónico de numerosas y muy pequeñas
células bacterianas que habitan canales de hielo salados en el Lago Vida
de la Antártida. El lago está ubicado en el Valle Victoria, que es uno
de los valles secos que se encuentran más al norte de la Antártida.
Crédito: Christian H. Fritsen, Instituto de Investigaciones del Desierto
(Desert Research Institute o DRI, por su sigla en idioma inglés)
"Este sistema es probablemente el mejor análogo que tenemos de posibles ecosistemas en las aguas subsuperficiales de la luna de Saturno, Encelado, y de la luna de Júpiter, Europa", señaló Chris McKay, un científico de alto rango y co-autor del informe, en el Centro de Investigaciones Ames (Ames Research Center, en idioma inglés), de la NASA, en Moffett Field, California.
Murray y los co-autores y colaboradores en el trabajo, incluyendo a Peter Doran, quien es el principal investigador del proyecto, en la Universidad de Illinois, en Chicago, desarrollaron estrictos protocolos y equipos especializados para sus campañas de campo, que tuvieron lugar durante los años 2005 y 2010, y que estuvieron destinadas a tomar muestras del agua salada del lago. Pero también evitaron contaminar el prístino ecosistema.
"El ecosistema microbiano que fue descubierto en el Lago Vida expande nuestro conocimiento de los límites ambientales para la vida y ayuda a definir nuevos nichos de habitabilidad", dijo Adrian Ponce, uno de los co-autores, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California, quien enumeró poblaciones viables de esporas bacterianas del Lago Vida.
Campamento de investigaciones en el Lago Vida, Valle Victoria [Más información]
Los análisis geoquímicos sugieren que las reacciones químicas que se producen entre el agua salada y los sedimentos ricos en hierro que están por debajo de ella generan óxido nitroso y también hidrógeno molecular. Este último, en parte, puede proporcionar la energía necesaria para sustentar la diversa vida microbiana del lugar.
Se están realizando investigaciones adicionales con el fin de analizar las interacciones abióticas y químicas entre el agua salada del Lago Vida y sus sedimentos. Asimismo, se está investigando la comunidad microbiana utilizando diferentes secuencias de genomas. Los resultados podrían ayudar a explicar el potencial para la vida en otros ambientes salados y criogénicos más allá de la Tierra, como por ejemplo en los supuestos acuíferos subterráneos de Marte.
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