sábado, 30 de octubre de 2010

Un impacto lunar revela que hay más que agua en la Luna

Octubre 21, 2010: Casi un año después de anunciar el descubrimiento de moléculas de agua en la Luna, los científicos han dado a conocer nuevos datos, los cuales han sido proporcionados por el Satélite de Observación y Detección de Cráteres Lunares (Lunar CRater Observation and Sensing Satellite o LCROSS, en idioma inglés) y por el Orbitador de Reconocimiento Lunar (Lunar Reconnaissance Orbiter o LRO, en idioma inglés), ambos de la NASA. Y los nuevos datos indican que hay más que solamente agua.

Moon Water (lcross, 200px)
Concepto artístico de la nave LCROSS acercándose a la Luna, en octubre de 2009. [Más información]

Estas misiones hallaron evidencia de que el suelo lunar de los oscuros cráteres es rico en materiales utilizables. Además, la Luna parece estar aún químicamente activa y tiene un ciclo del agua completo. Los científicos también confirmaron que el 'agua lunar' se encuentra en algunos lugares principalmente en forma de cristales de hielo puros.

Estos son los resultados más destacados de seis artículos de investigación que se publicaron en la edición del 22 de octubre de la revista Science (Ciencia, en idioma español).

El 9 de octubre de 2009, los impactos que tuvieron lugar en el cráter Cabeus (Cabeo), de la Luna, y que fueron ocasionados por la nave LCROSS y por un segmento de cohete vacío que la acompañaba, levantaron una estela de material que quizás no había estado expuesto a la luz solar durante miles de millones de años. Mientras la estela se elevaba casi 16 kilómetros (10 millas) por encima del borde del cráter, los instrumentos ubicados a bordo de LCROSS y de LRO realizaron observaciones del cráter y de los escombros y de las nubes de vapor. Los impactos provocaron que granos de hielo de agua casi puros se elevaran hacia la luz solar, en el vacío del espacio.

"El hecho de ver granos de hielo de agua casi puros en la estela quiere decir que, de alguna manera, el hielo de agua fue depositado en la Luna en el pasado, o que procesos químicos han provocado acumulaciones de hielo en grandes cantidades", dijo Anthony Colaprete, quien es un científico del proyecto LCROSS e investigador principal en el Centro de Investigaciones Ames, de la NASA.

Además de agua, la estela contenía otros elementos "volátiles". Éstos son compuestos que se congelan con el frío de los cráteres lunares, pero que se evaporan con facilidad una vez que son calentados por la luz del Sol. El conjunto de instrumentos de las naves LCROSS y LRO determinó que quizás hasta un 20 por ciento del material levantado por el impacto de la nave LCROSS está compuesto por elementos volátiles, entre los cuales se encuentran metano, amoníaco, gas de hidrógeno, dióxido de carbono y monóxido de carbono.

Moon Water (south pole, 550px)
Un mapa de la temperatura superficial del polo sur lunar realizado por el Experimento Radiométrico Lunar Diviner, ubicado a bordo de la nave LRO. En el mapa se observan varios cráteres de impacto intensamente fríos, los cuales podrían atrapar el hielo de agua y otros componentes congelados que comúnmente se observan en los cometas. Las temperaturas máximas aproximadas a las cuales estos compuestos podrían permanecer helados durante miles de millones de años se indican en la barra de la derecha. [Imagen ampliada]

"La diversidad y abundancia de los elementos volátiles en la estela sugieren que éstos provienen de una variedad de fuentes, como cometas y asteroides, y que existe un ciclo del agua activo en las sombras lunares", dice Colaprete.

Los instrumentos también descubrieron una gran cantidad de metales livianos, como sodio, mercurio y, posiblemente, incluso plata. Los científicos piensan que el agua y la mezcla de elementos volátiles que detectaron LCROSS y LRO podrían ser residuos de un impacto cometario. Según los investigadores, estos volátiles productos químicos secundarios son evidencia de que existe un ciclo a través del cual el hielo de agua reacciona con los granos del suelo lunar.

El instrumento Diviner (Adivino, en idioma español), que lleva a bordo la nave LRO, ha reunido datos sobre la concentración de agua y mediciones de temperatura, y el Detector de Neutrones y Exploración Lunar, también a bordo de LRO, confeccionó un mapa de la distribución del hidrógeno. Combinando estos datos, el equipo científico arribó a la conclusión de que el agua no está uniformemente distribuida en las frías sombras de la Luna, sino que más bien existe en pequeñas acumulaciones aisladas, las cuales pueden incluso existir fuera de las regiones que se encuentran a la sombra.

Moon Water (gun range, 550px)
Estos experimentos, llevados a cabo en el Campo de Tiro Vertical del Centro de Investigaciones Ames, ayudaron a los investigadores a entender el impacto de la nave LCROSS. Los impactos de objetos sólidos producen escombros que salen expulsados hacia los costados (izquierda), mientras que los impactos de objetos huecos producen un estela de escombros mucho más vertical (derecha). El impacto primario de la sonda LCROSS fue producido por un segmento de cohete vacío y se comportó como un proyectil hueco. Crédito de la imagen: Universidad Brown/Peter H. Schultz y Brendan Hermalyn, NASA/Campo de Tiro Vertical del Centro de Investigaciones Ames.

La proporción de materiales volátiles/agua en el suelo lunar sugiere que está ocurriendo un proceso llamado "química de granos fríos". Los científicos conjeturan que este proceso podría tomar incluso cientos de miles de años, y que podría ocurrir en otros cuerpos helados y sin aire, como lo son los asteroides, las lunas de Júpiter y de Saturno (incluyendo a Europa y a Encélado), las lunas de Marte, los granos de polvo interestelar que flotan alrededor de otras estrellas y las regiones polares de Mercurio.

"Las observaciones proporcionadas por el conjunto de instrumentos de las naves LRO y LCROSS demuestran que la Luna es un ambiente complejo, el cual experimenta intrigantes procesos químicos", dice Richard Vondrak, quien es científico del proyecto LRO en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales, de la NASA. "Este conocimiento puede abrir la puerta a nuevas áreas de investigación y de exploración".

Moon Water (video, 200px)
Haga clic para ver videos de los descubrimientos de las misiones LCROSS y LRO.

Al entender los procesos y los ambientes que determinan dónde se encontrará el hielo de agua, cómo es que el agua fue depositada en la Luna y su activo ciclo del agua, los planificadores de misiones futuras podrán determinar con mayor precisión la ubicación de reservas de agua fácilmente accesibles. La existencia de hielo de agua casi puro podría significar que los futuros exploradores lunares no tendrán que inventar un complicado proceso destinado a extraer agua del suelo lunar para su consumo. Además, se podría aprovechar una presencia abundante de gas de hidrógeno, amoníaco y metano para producir combustible.

"La NASA ha confirmado de manera convincente la presencia de hielo de agua y ha caracterizado su dispar distribución en regiones de la Luna que se encuentran permanentemente en la sombra", concluye Michael Wargo, científico lunar principal, en las oficinas centrales de la NASA, ubicadas en Washington. "Este importante proyecto es uno de los muchos pasos que la NASA ha dado para entender mejor nuestro sistema solar, sus recursos y su origen, así como su evolución y futuro".

domingo, 24 de octubre de 2010

Este planeta huele raro

Septiembre 26, 2010: Al planeta gigante GJ 436b, que se encuentra en la constelación de Leo, le falta algo.

¿Podría creer usted que se trata del gas de los pantanos?

Para sorpresa de los astrónomos, quienes han estado estudiando este planeta del tamaño de Neptuno usando el Telescopio Espacial Spitzer, de la NASA, GJ 436b tiene muy poco metano (CH4).

"El metano debería ser abundante en un planeta de este tamaño y con esta temperatura, pero encontramos una cantidad de metano que es 7.000 veces menor que la que predicen los modelos", dice Kevin Stevenson, de la Universidad de la Florida Central (UCF, por su sigla en idioma inglés). Stevenson es el autor principal del artículo donde se informa sobre este resultado, en el número del 22 de abril de 2010, de la revista Nature.

This Planet Smells Funny (GJ 436b, 550px)
Concepto artístico de GJ 436b asomándose por detrás de su estrella madre, una enana de tipo espectral M, la cual es mucho más fría que el Sol. [Imagen ampliada]

Este déficit de metano es sorprendente ya que en nuestro propio sistema solar todos los gigantes gaseosos son ricos en metano. El hidrógeno y el carbono son abundantes en las atmósferas de Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Estos átomos se unen de forma espontánea para formar el hidrocarburo más simple, CH4.

El ejemplo de nuestros gigantes gaseosos locales produjo expectativa cuando Stevenson y sus colaboradores apuntaron el telescopio Spitzer en la dirección de GJ 436b, el cual se encuentra a sólo 33 años luz de distancia. Encontrar metano era una conclusión casi obvia. Pero cuando los investigadores analizaron el espectro del planeta encontraron muy poco de este compuesto. En cambio, se descubrió que la atmósfera es rica en monóxido de carbono.

"De hecho, nos dejó atónitos", dice Joseph Harrington, quien es el investigador principal y coautor del informe, y que también pertenece a la UCF.

¿A dónde fue todo el metano? Una posibilidad: se ha disociado. "La radiación ultravioleta de la estrella del planeta podría estar convirtiendo el metano en polímeros como el etileno", comenta Harrington. "Si se expone plástico para envolver a la luz solar, la radiación ultravioleta rompe los enlaces del carbono que hay en el plástico, provocando de este modo que se deteriore conforme las largas cadenas de carbono se disocian. Nosotros proponemos que un proceso similar está ocurriendo en GJ 436b, pero en este caso los átomos de hidrógeno son arrancados del metano y los restos se unen para formar etileno (C2H4)".

This Planet Smells Funny (methane, 200px)
Diagrama de barras y esferas del metano. [Más información]

También, especulan los investigadores, podría suceder que fuertes vientos verticales en la atmósfera del planeta estén acarreando material hacia arriba, desde capas profundas y calientes donde el monóxido de carbono es abundante. Entonces el CO reemplaza al CH4.

O podría ocurrir alguna otra cosa totalmente diferente.

"En la atmósfera de este planeta podría estar produciéndose alguna clase de química extraña", afirma Harrington. "Sólo que aún no lo sabemos".

Los planetas gigantes no son los únicos mundos que poseen metano. El CH4 es bastante común en la Tierra, también. El metano se forma en el estómago de las vacas y de las cabras. Asimismo, se lo ve burbujear en los pantanos; es un derivado de materia orgánica que se encuentra en estado de descomposición en las profundidades del fango. En los planetas gigantes gaseosos, el metano es el resultado de la química común y corriente pero, en nuestro planeta, es un símbolo de vida.

Por este motivo, los investigadores han planeado desde hace mucho tiempo buscar metano en las atmósferas de los planetas distantes con tamaños similares al de la Tierra. Se espera que la misión Kepler, de la NASA, descubra diversos planetas con tamaños semejantes al de la Tierra en los próximos años; de este modo, los científicos dispondrán de una variada muestra de objetivos prometedores para investigar. La existencia de metano que flota con oxígeno podría ser una convincente evidencia de actividad biológica.

¿Pero qué tal si las atmósferas planetarias no siempre obedecen las reglas de nuestro propio sistema solar? GJ 436b ciertamente no lo hace. Los investigadores tal vez tengan que regresar al pizarrón y reformular la química vinculada con el tema.

"GJ 436b nos está diciendo algo importante", afirma Harrington: "Ya no estamos en Kansas".

sábado, 16 de octubre de 2010

La sonda espacial Solar Probe Plus se adentrará en la atmósfera del Sol

Septiembre 2, 2010: El atrevido plan de visitar el Sol que tiene la NASA tuvo un significativo avance hoy con la selección de cinco investigaciones científicas clave para la nave espacial Solar Probe+ (Sonda Solar+, en idioma español).

Con su lanzamiento programado a más tardar para el año 2018, la inteligente nave espacial, que tiene el tamaño de un automóvil, se zambullirá directamente en la atmósfersa del Sol con el propósito de resolver algunos de los misterios más grandes de la física solar. Los anuncios de hoy han dado luz verde para que los investigadores comiencen a construir sensores con el fin de realizar mediciones in situ sin precedentes de la frontera más interna del sistema solar.

"Solar Probe+ irá a sitios adonde ninguna otra nave espacial ha ido antes", dice Lika Guhathakurta, quien es una investigadora del programa Solar Probe+, en el centro de operaciones de la NASA. "Será la primera vez que podamos 'tocar, probar y oler' al Sol".

Solar Probe+ (factsheet, spanish, 550px)
Haga clic en la imagen para visualizar una hoja de datos (en PDF) sobre Solar Probe+ (en idioma inglés). Vea también la historia "La NASA planea visitar el Sol", de Ciencia@NASA.

El año pasado, la NASA convocó a reconocidos investigadores de todo el mundo para que enviaran propuestas detallando posibles investigaciones científicas que podrían hacerse con la sonda, que será pionera en su categoría. Se recibieron trece propuestas, de las cuales se han seleccionado cinco:

–SWEAP, Solar Wind Electrons Alpha and Protons Investigation (Investigación sobre Electrones, Alfas y Protones del Viento Solar, en idioma español): Las partículas más abundantes en el viento solar son los electrones, los protones y los iones de helio. SWEAP realizará un conteo de estas partículas y medirá sus propiedades, incluso "barriendo" algunas de ellas en un Receptor de Sondeo Solar especial con el fin de analizarlas directamente. El investigador principal es Justin C. Kasper del Observatorio Astrofísico Smithsoniano, ubicado en Cambridge, Massachusetts.

Solar Probe+ (spacecraft, 200px)
Concepto artístico de Solar Probe+, con el escudo térmico en funcionamiento y los paneles solares replegados. [Más información]

–WISPR, Wide–field Imager for Solar Probe Plus (Cámara de Campo Amplio para la Sonda Solar Probe Plus, en idioma español): WISPR es un telescopio que producirá imágenes tridimensionales de la superficie del Sol, similares a las que se obtienen por medio de las técnicas de exploración por tomografía axial computarizada de uso médico. WISPR puede incluso ver el viento solar y fotografiar nubes de plasma y ondas de choque cuando se acerquen y pasen junto a la nave espacial. Este telescopio es un importante complemento de los instrumentos in situ de la nave espacial, los cuales tienen como función tomar muestras de los plasmas que WISPR detecte. El investigador principal es Russell Howard, del Laboratorio de Investigación Naval, ubicado en Washington, DC.

–FIELDS, Fields Investigation for Solar Probe Plus (Investigación de Campos para Solar Probe Plus, en idioma español): Este instrumento tomará mediciones directas de los campos eléctricos y magnéticos, de las emisiones de radio y de las ondas de choque que se propagan a través del plasma atmosférico solar. FIELDS también convierte a Solar Probe Plus en un enorme detector de polvo, ya que puede registrar las variaciones de voltaje características que se producen cuando motas de polvo golpean la antena de la nave. El investigador principal es Stuart Bale, de la Universidad de California en Berkeley.

–ISIS, Integrated Science Investigation of the Sun (Investigación Científica Integrada del Sol, en idioma español): Los instrumentos EPI–Hi y EPI–Lo de ISIS monitorizarán los electrones, los protones y los iones que son acelerados a altas energías por ondas de choque en la atmósfera del Sol. Estas son las mismas partículas que representan peligro para los astronautas en el espacio, que dejan fuera de servicio a los satélites y que ionizan la atmósfera superior de la Tierra.

–Solar Probe+ Observatory Scientist (Científico Observador de Solar Probe+, en idioma español): Esta no es una propuesta relacionada con un instrumento sino con una persona. El investigador principal, Marco Velli, se ha convertido en el Científico Observador de la misión. En los próximos años, él desarrollará una profunda familiaridad con la nave espacial y con su construcción, ayudando de este modo a asegurar que los instrumentos adyacentes in situ no interfieran entre sí mientras analizan el ambiente solar. Asimismo, Velli guiará las investigaciones científicas con "enfoque global" de la misión después de que Solar Probe+ se adentre en la atmósfera del Sol.

"Los sensores que hemos elegido para que la sonda Solar Probe+ lleve a bordo están diseñados con el fin de resolver algunos de los misterios más grandes de la física solar", dice Dick Fisher, quien es el jefe de la División de Heliofísica de la NASA, en Washington, DC.

Solar Probe+ (venus flyby, 200px)
La sonda Solar Probe+ sobrevuela Venus en su trayecto hacia el Sol. [Animaciones]

¿Por qué es que la atmósfera del Sol está mucho más caliente que su superficie? ¿Qué es lo que impulsa al viento solar?

"Nos hemos esforzado por responder estas preguntas durante décadas", dice Fisher. "Solar Probe+ finalmente debería darnos algunas respuestas".

Solar Probe+ posiblemente descubrirá nuevos misterios también, pues se adentrará en un dominio que ninguna otra nave espacial se ha atrevido a visitar. En su acercamiento máximo, Solar Probe+ se encontrará a 7 millones de km del Sol, o aproximadamente 9 veces el radio solar. Allí, el escudo térmico de la nave espacial, que estará hecho de compuestos a base de fibras de carbono, deberá soportar temperaturas de hasta 2.000 grados Celsius y deberá sobrevivir al bombardeo de la radiación que rápidamente dejaría fuera de servicio a otras misiones. Desde estas distancias tan reducidas dentro de la atmósfera del Sol, el disco solar parecerá, amenazadoramente, 23 veces más ancho de lo que se ve en los cielos de la Tierra.

"¿Qué encontraremos allí?", se pregunta Guhathakurta. "Este es un territorio verdaderamente inexplorado". Los instrumentos que fueron seleccionados para Solar Probe están diseñados con el objetivo de que sean lo suficientemente versátiles como para investigar muchas clases diferentes de fenómenos. Independientemente de lo que encuentre la sonda (ya sea eléctrico o magnético, de alta o de baja energía, ondulatorio o turbulento), los instrumentos deberían poder medirlo.

"Las posibilidades de futuros descubrimientos", dice, "sobrepasan todos los límites".

domingo, 10 de octubre de 2010

Las tormentas solares pueden cambiar de dirección y sorprender a los pronosticadores del tiempo en el espacio

Septiembre 21, 2010: Las tormentas solares no siempre viajan en línea recta. Pero una vez que han empezado a dirigirse hacia nosotros, pueden acelerar rápidamente, acumulando impulso para luego golpear el campo magnético de la Tierra con más fuerza.

Esto dicen los investigadores que han estado usando los datos proporcionados por las naves espaciales gemelas STEREO, de la NASA, para revelar la estructura tridimensional de las tormentas solares. Sus descubrimientos se publicaron en la edición de hoy de la revista Nature Communications.

Zig Zag (CME, 550px)
Una eyección de masa coronal (CME, por su sigla en idioma inglés) observada por las naves STEREO, el 12 de diciembre de 2008. [Imagen ampliada]

"Esto en verdad nos sorprendió", dice Peter Gallagher, de la Universidad Trinity, en Dublín, Irlanda, quien es coautor de la publicación. "Las eyecciones de masa coronal (CMEs, por su sigla en idioma inglés) del Sol pueden inicialmente moverse en una dirección, y de pronto cambiar de curso hacia una dirección diferente".

El hallazgo fue tan extraño que al principio creyeron que habían cometido algún error. Pero después de revisar dos y tres veces su trabajo sobre docenas de erupciones, el equipo se convenció de que estaban tras la pista de algo nuevo.

"Nuestras visualizaciones tridimensionales muestran claramente que las tormentas solares pueden desviarse de altas latitudes solares y terminar impactando contra planetas que, de otra manera, no habrían afectado", dice Jason Byrne, quien es el autor principal de la publicación y también es estudiante de posgrado de Computación de Alto Rendimiento, en el Centro Trinity.

Zig Zag (CME model, 200px)
Un modelo tridimensional de una CME real, basado en el procesamiento en escalas múltiples de datos proporcionados por las naves STEREO. [Película de 9MB]

La clave de su análisis es una técnica computacional novedosa llamada "procesamiento de imagen en escalas múltiples". Gallagher explica:

"'Procesamiento en escalas múltiples' quiere decir tomar una imagen y clasificar los elementos que ella contiene de acuerdo con su tamaño. Supongamos que a usted le interesan los automóviles de carrera. Si tiene una fotografía que contiene un plato con frutas, una persona y un automóvil trucado, podría utilizar el procesamiento en escalas múltiples con el fin de destacar el automóvil de carrera y estudiar sus características".

Se ha utilizado ya el procesamiento en escalas múltiples en la investigación médica para identificar núcleos individuales en imágenes que contienen multitudes de células. En astronomía, la técnica es útil para distinguir galaxias en imágenes con cientos de estrellas. Gallagher y sus colegas han sido los primeros en refinar la técnica y aplicarla al campo de la física solar.

"Aplicamos la técnica de escalas múltiples a los datos del coronógrafo proporcionados por las naves gemelas STEREO, de la NASA", continúa Gallagher. "Nuestra computadora pudo entonces mirar las imágenes, repletas de estrellas y de ráfagas y grumos brillantes del viento solar, e identificar las CME".

Las naves STEREO–A y STEREO–B tienen una gran separación entre sí, de manera que pueden mirar las CME desde puntos de vista distintos. Esto permitió al equipo crear modelos estereoscópicos completos de las tormentas solares y rastrearlas cuando se alejan del Sol.

Una de las primeras cosas que llamó la atención de los investigadores fue que las CME que intentaban ir hacia "arriba" —fuera del plano del sistema solar y lejos de los planetas— eran desviadas de regreso hacia abajo. Gallagher confiesa que tuvieron que recurrir a los libros y pasar cierto tiempo en el pizarrón para entender con claridad el fenómeno. Al final, la explicación resultó ser simple:

Zig Zag (bar magnet, 200px)
El campo magnético de una barra imantada.

El campo magnético del Sol, el cual tiene la misma forma que el campo producido por una barra imantada, dirige a las CME rebeldes de regreso al ecuador solar. Cuando las nubes de plasma alcanzan bajas latitudes solares, son atrapadas por el viento solar y entonces emprenden su viaje hacia los planetas —"como un corcho que flota en un río", dice Gallagher.

Una vez que una CME es atrapada por el viento solar puede experimentar una significativa aceleración. "Esto se debe al arrastre aerodinámico", dice Byrne. "Si el viento solar sopla con suficiente fuerza, entonces arrastrará a la CME consigo; esto es algo que hemos observado en los datos proporcionados por las naves espaciales STEREO".

Estudios anteriores realizados por otras misiones habían revelado algunas tentadoras pistas de este proceso de redireccionamiento y aceleración de las CME, pero las naves STEREO han sido las primeras en observar el proceso casi de principio a fin.

"La habilidad de reconstruir el trayecto de una tormenta solar a través del espacio podría proporcionar un gran beneficio para los que buscan predecir el tiempo espacial en los alrededores de la Tierra", menciona Alex Young, quien es el científico principal del proyecto STEREO, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales. "Saber cuándo llegará una CME es crucial para predecir el inicio de las tormentas geomagnéticas".

"Además", añade, "las técnicas de procesamiento de imágenes desarrolladas por el equipo de Trinity, en colaboración con el Centro Goddard de la NASA, pueden ser utilizadas en aplicaciones que van desde la vigilancia hasta el diagnóstico médico".

Para conocer más sobre las zigzagueantes CME y las avanzadas técnicas de computación empleadas para rastrearlas, consulte Propagation of an Earth–directed coronal mass ejection in three dimensions (Propagación en tres dimensiones de una eyección de masa coronal dirigida hacia la Tierra, en idioma español), por Byrne y colaboradores, de la edición del 21 de septiembre de 2010 de la revista Nature Communications.

sábado, 2 de octubre de 2010

La "super Luna de la cosecha"

Septiembre 22, 2010: Por primera vez en casi 20 años, el otoño en el hemisferio norte comienza en una noche de Luna llena. La coincidencia constituye un escenario propicio para una "super Luna de la cosecha" y para un espectáculo de luz que no se puede dejar de ver.

La acción comienza durante el atardecer del 22 de septiembre, que es el último día del verano en el hemisferio norte. A medida que el Sol se hunda en el Oeste, poniendo fin de este modo a la temporada, la "Luna llena de la cosecha" emergerá en el Este y dará inicio así al otoño. Las dos fuentes de luz se mezclarán para crear en el crepúsculo un resplandor veraniego-otoñal de 360 grados, que sólo se ve en ocasiones especiales.

Super Harvest Moon (moonrise, 550px)
La "Luna de la cosecha" del 3 de octubre de 2009, fotografiada por Catalin M. Timosca, de Turda, Rumania.

No pierda de vista a la Luna a medida que ésta se desliza por la línea del horizonte, en el Este. Quizás la esfera dorada parezca extrañamente inflada. Esta es la ilusión lunar. Por razones que los astrónomos o los psicoanalistas no terminan de comprender, una Luna baja en el horizonte parece ser más grande de lo que realmente es. Una "Luna de la cosecha" inflada por la ilusión lunar es simplemente bellísima.

El espectáculo se torna cada vez mejor a medida que transcurre la noche.

Oficialmente, el verano en el hemisferio norte se convierte en otoño el 22 de septiembre a las 11:09 pm EDT (hora diurna del Este, en idioma español). En ese preciso momento, denominado equinoccio otoñal, se puede observar que la "Luna de la cosecha" asciende muy alto sobre nuestras cabezas con el planeta Júpiter ubicado justo al lado de ella. Los dos objetos más brillantes del cielo de la noche estarán en una espectacular conjunción para marcar el cambio de estación.

Super Harvest Moon (conjunction, 200px)
Una conjunción similar de la Luna y Júpiter, el 26 de agosto de 2010. Crédito: Tom Cocchiaro, de Portsmouth, New Hampshire.

La "Luna de la cosecha" debe su nombre a la agricultura. En la época en la cual no existía la luz eléctrica, los granjeros dependían de la luz de la Luna para extender el día de trabajo más allá del atardecer. Esa era la única manera de recoger los cultivos maduros a tiempo para llevarlos al mercado. La Luna llena más cercana al equinoccio de otoño se transformó en la "Luna de la cosecha", y siempre fue un espectáculo digno de ver.

Esta vez será más digno de ver que nunca porque se trata de una "cosecha" extra.

Generalmente, la "Luna de la cosecha" llega algunos días antes o después del inicio del otoño. Ocurre cerca del comienzo de dicha temporada pero no es una coincidencia perfecta. Sin embargo, la "Luna de la cosecha" de 2010 alcanza su máxima iluminación apenas seis horas después del equinoccio. Esto ocasionó que algunos astrónomos la llamen la "super Luna de la cosecha". No ha habido una coincidencia comparable con esta desde el 23 de septiembre de 1991, cuando la diferencia fue de aproximadamente 10 horas.

Una "super Luna de la cosecha", un extraño resplandor en el crepúsculo, una conjunción a medianoche... raramente el otoño comienza con tal fanfarria.

¡Disfrute del espectáculo!