sábado, 25 de agosto de 2018

Confirmada la Presencia de Hielo en la Superficie de la Luna

21.08.18.- En las partes más oscuras y frías de sus regiones polares, un equipo de científicos ha observado directamente la evidencia definitiva de hielo de agua en la superficie de la Luna. Estos depósitos de hielo están distribuidos irregularmente y podrían ser antiguos. En el polo sur, la mayor parte del hielo se concentra en los cráteres lunares, mientras que el hielo del polo norte es más extenso, pero disperso.


El equipo, liderado por Shuai Li, de la Universidad de Hawai y la Universidad de Brown, y que incluye a Richard Elphic del Centro de Investigación Ames de la NASA en Silicon Valley, en California, ha utilizado datos del instrumento Moon Mineralogy Mapper (M3) de la NASA para identificar tres firmas específicas que definitivamente prueban que hay hielo de agua en la superficie de la Luna.



M3, a bordo de la nave espacial Chandrayaan-1, lanzada en 2008 por la Organización de Investigación Espacial de la India, estaba equipada de manera única para confirmar la presencia de hielo sólido en la Luna. Recolectó datos que no solo recogían las propiedades reflectivas que se esperaría del hielo, sino que también podía medir directamente la forma distintiva en que sus moléculas absorben la luz infrarroja, por lo que puede diferenciar entre agua líquida o vapor y hielo sólido.


La mayor parte del hielo recién descubierto se encuentra en las sombras de los cráteres cerca de los polos, donde las temperaturas más cálidas nunca superan los -250 grados Fahrenheit (-156 grados Centígrados). Debido a la muy pequeña inclinación del eje de rotación de la Luna, la luz del Sol nunca llega a estas regiones.


Las observaciones previas encontraron indirectamente posibles signos de hielo en la superficie en el polo sur lunar, pero estos podrían haber sido explicados por otros fenómenos, como el suelo lunar inusualmente reflexivo.


Con suficiente hielo en la superficie, dentro de los primeros milímetros, el agua posiblemente sea accesible como un recurso para futuras expediciones para explorar e incluso permanecer en la Luna, y potencialmente más fácil de acceder que el agua detectada debajo de la superficie de la Luna.



La imagen muestra la distribución del hielo de la superficie en el polo sur de la Luna (izquierda) y el polo norte (derecha), detectado por el instrumento Moon Mineralogy Mapper de la NASA. El azul representa las ubicaciones de hielo, trazadas sobre una imagen de la superficie lunar, donde la escala de grises corresponde a la temperatura de la superficie (el más oscuro representa las áreas más frías y las sombras más claras indican las zonas más cálidas). El hielo se concentra en las ubicaciones más oscuras y más frías, en las sombras de los cráteres.

Esta es la primera vez que los científicos observan directamente la evidencia definitiva de hielo de agua en la superficie de la Luna. Image Credit: NASA

sábado, 18 de agosto de 2018

El Hubble Captura una Panorámica del Universo en Evolución

17.08.18.- Los astrónomos, usando la visión ultravioleta del Hubble, han capturado una de las mayores vistas panorámicas de la formación de estrellas en el universo. Se trata de un espacio que engloba, aproximadamente, 15.000 galaxias, de las cuales cerca de 12.000 son estrellas en formación. La visión ultravioleta del Hubble abre una nueva ventana al universo en evolución, rastreando el nacimiento de estrellas en los últimos 11 mil millones de años hasta el período de formación estelar más activo del cosmos, que ocurrió unos 3 mil millones de años después del Big Bang.



La luz ultravioleta ha sido la pieza que falta en el rompecabezas cósmico. Ahora, combinando datos infrarrojos y de luz visible del Hubble, así como de otros telescopios con base terrestre, los astrónomos han podido configurar uno de los retratos más completos en la historia de la evolución del universo.



La imagen acorta las distancias entre galaxias muy lejanas que sólo se pueden observar a través de luz infrarroja, así como de una amplia gama de galaxias más cercanas. La luz de las regiones más lejanas de estrellas en formación comenzó a reflejarse como ultravioleta. 


Sin embargo, la expansión del universo ha cambiado esta iluminación a ondas infrarrojas. 


Al comparar las imágenes de la formación de estrellas en el universo, los astrónomos pueden lograr un mayor entendimiento en torno a la cercanía de galaxias que se formaron a partir de pequeños grupos de calor y estrellas jóvenes, hace mucho tiempo.



Debido a que la atmósfera terrestre filtra la mayoría de la luz ultravioleta, el telescopio Hubble puede ofrecer algunas de las observaciones más ajustadas del espacio. La imagen es una parte del campo GOODS-North, localizado al noroeste de la constelación de la Osa Mayor.


Image Credit: NASA/ESA/Hubble

sábado, 11 de agosto de 2018

Ya Están Aquí las Perseidas 2018

09.08.18.- Durante la madrugada del 12 al 13 de Agosto se producirá uno de los acontecimientos celestes más importantes del año para los amantes de la astronomía: la lluvia de meteoros de las Perseidas, o también conocidas como "Lágrimas de San Lorenzo". Aunque el momento propio de su observación es la noche del 12 al 13 de Agosto, ya se pueden observar en el cielo meteoros de este tipo.


Esta lluvia de meteoros tiene origen en el cometa Swift-Tuttle. Aunque el cometa no está cerca de la Tierra, su cola intersecta la órbita terrestre. Pasamos a través de ella cada año en el mes de agosto. Pequeños fragmentos de polvo del cometa chocan entonces contra la atmósfera terrestre a 212.000 km/h (132.000 mph). A esta velocidad, incluso el más pequeño fragmento de polvo produce una vívida estela luminosa —un meteoro— al desintegrarse. Debido a que los meteoros del cometa Swift-Tuttle salen de la constelación de Perseo, a esta lluvia de estrellas se la denomina "Perseidas".


Una vez que el Sol se ponga, comenzará el espectáculo justo cuando la constelación de Perseo salga por el noreste. Éste es el momento para buscar a los meteoros Perseidas que se acercan desde el horizonte y rozan la atmósfera como rajuelas que saltan sobre la superficie de un lago.

"Las estelas de los meteoros que rozan la Tierra son largas, lentas y coloridas; y constituyen una de las clases de meteoros más bellos", dice Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides, de la NASA, en el Centro de Vuelo Espacial Marshall. Cooke recomienda observar el cielo entre las 23:00 p.m. y las 3:00 a.m., hora local. Antes de la medianoche la tasa de meteoros será baja, pero irá aumentando a medida que avanza la noche, con un pico antes del amanecer que puede alcanzar los 50 meteoros por hora, cuando la constelación de Perseo está en lo alto del cielo.


Para obtener mejores resultados, aconseja Cooke, "aléjese de las luces de la ciudad". Las Perseidas más brillantes se pueden ver desde las ciudades, menciona, pero las ráfagas más espectaculares, compuestas por meteoros tenues y delicados, sólo se podrán observar en zonas rurales. La lluvia de meteoros de las Perseidas es uno de los acontecimientos más esperados por los amantes de la astronomía, y considerada por muchos como la mejor lluvia de estrellas del año. Los meteoros que producen se encuentran entre los más brillantes de todas las lluvias de meteoros. Exploradores, esta es una buena oportunidad para acampar.



Durante la madrugada del 11 al 12 de Agosto se producirá uno de los acontecimientos celestes más importantes del año para los amantes de la astronomía: la lluvia de meteoros de las Perseidas, o también conocidas como "Lágrimas de San Lorenzo". Image Credit: NASA/JPL

sábado, 4 de agosto de 2018

Un Cadáver Estelar Revela el Origen de Moléculas Radioactivas

31.07.18.- Utilizando ALMA y NOEMA, un equipo de astrónomos ha hecho la primera detección definitiva de una molécula radioactiva en el espacio interestelar. La parte radioactiva de la molécula es un isótopo de aluminio. Las observaciones revelan que el isótopo se dispersó en el espacio después de la colisión de dos estrellas, que dejó un remanente conocido como CK Vulpeculae. Es la primera vez que se hace una observación directa de este elemento en una fuente conocida. Anteriormente ya se había identificado este isótopo, pero procedía de la detección de rayos gamma y su origen exacto era desconocido.


El equipo, liderado por Tomasz Kamiński (Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, Cambridge, Estados Unidos), utilizó ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) y el conjunto NOEMA (NOrthern Extended Millimeter Array) para detectar una fuente del isótopo radioactivo aluminio-26. La fuente, conocida como CK Vulpeculae, fue vista por primera vez en 1670 y en aquel momento lo que vieron los observadores parecía una “nueva estrella”, brillante y roja. Aunque inicialmente era visible a simple vista, se desvaneció rápidamente y ahora son necesarios potentes telescopios para ver los restos de esta fusión, una tenue estrella central rodeada por un halo de materia incandescente que fluye de ella.


348 años después de que el evento inicial se observara, los restos de esta explosiva fusión estelar han llevado a la firma clara y convincente de una versión radioactiva del aluminio, conocido como aluminio-26. Se trata de la primera molécula radioactiva inestable detectada definitivamente fuera del Sistema Solar. Los isótopos inestables tienen un exceso de energía nuclear y, finalmente, decaen en una forma estable.

“La primera observación de este isótopo en un objeto de tipo estelar también es importante en un contexto más amplio: el de la evolución química de la galaxia”, señala Kamiński. “Es la primera vez que se identifica de forma directa el origen en el que se produce el núclido radioactivo aluminio-26”.


Kamiński y su equipo detectaron la única firma espectral de moléculas compuestas por aluminio-26 y flúor (26AlF) en los restos que rodean a CK Vulpeculae, que se encuentra a unos 2000 años luz de la Tierra. A medida que estas moléculas giran y caen a través del espacio, emiten una distintiva huella de luz en longitudes de onda milimétricas, un proceso conocido como transición rotacional. Los astrónomos consideran que es la mejor forma de detectar moléculas.


La observación de este particular isótopo proporciona nuevas información sobre el proceso de fusión que creó a CK Vulpeculae. También demuestra que las capas profundas, densas, e interiores de una estrella, donde se forjan los elementos pesados y los isótopos radioactivos, pueden ser agitadas y lanzadas al espacio por colisiones estelares.

“Estamos observando las entrañas de una estrella destrozada hace tres siglos por una colisión”, subrayó Kamiński.

Los astrónomos también han determinado que las dos estrellas que se fusionaron tenían masas relativamente bajas, siendo una de ellas una estrella gigante roja con una masa de entre 0,8 y 2,5 veces la de nuestro Sol.


Al ser radioactivo, el aluminio-26 decaerá hasta ser más estable y, en este proceso, uno de los protones del núcleo decaerá en neutrón. Durante este proceso, el núcleo excitado emite un fotón de muy alta energía, que se observa como un rayo gamma.


Anteriormente, las detecciones de emisión de rayos gamma han demostrado que en la Vía Láctea hay alrededor de dos masas solares de aluminio-26, pero se desconocía el proceso que creó los átomos radioactivos. Además, debido a la manera en que se detectan los rayos gamma, su origen preciso era también, en gran parte, desconocido. Con estas nuevas medidas, los astrónomos han detectado por primera vez, de forma confirmada, un radioisótopo inestable en una molécula fuera de nuestro Sistema Solar.


Al mismo tiempo, sin embargo, el equipo ha concluido es poco probable que la producción de aluminio-26 por objetos similares a CK Vulpeculae sea la principal fuente de aluminio-26 en la Vía Láctea. La masa de aluminio-26 en CK Vulpeculae es aproximadamente una cuarta parte de la masa de Plutón y dado que estos eventos son tan poco comunes, es muy poco probable que sean los únicos productores del isótopo en la galaxia Vía Láctea. Esto deja la puerta abierta para continuar estudiando estas moléculas radioactivas.



Observaciones llevadas a cabo con ALMA detectan el isótopo radioactivo aluminio-26 de la remanente CK Vulpeculae. Image Credit: ESO/L. Calçada