domingo, 29 de septiembre de 2013

El cometa ISON sobrevolará Marte

12 de septiembre de 2013: Astrónomos de todo el mundo ya están hablando sobre el acercamiento del cometa ISON. El Día de Acción de Gracias, en 2013, el helado visitante que proviene del sistema solar exterior pasará rozando la atmósfera externa del Sol y, si sobrevive, podría emerger como uno de los cometas más brillantes en años.
Aunque, primero, tiene que sobrevolar Marte.
"El cometa ISON visitará al Planeta Rojo", dice el astrónomo Carey Lisse, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins (Johns Hopkins University Applied Physics Lab, en idioma inglés). "El 1 de octubre, el cometa pasará a 0,07 UA de Marte, esto es aproximadamente seis veces más cerca que lo que jamás estará de la Tierra".


Waves on Titan (splash)
 
 Un nuevo video de ScienceCast anticipa el sobrevuelo de Marte que realizará el cometa ISON el 1 de octubre de 2013. Reproducir el video [en idioma inglés] 
 
Los vehículos exploradores de Marte y los satélites podrán tener una vista cercana del evento. Es demasiado pronto para decir si Curiosity (Curiosidad, en idioma español) podrá ver el cometa desde la superficie de Marte; eso depende de cuánto brille ISON desde ahora hasta que se desarrolle el suceso. Lisse afirma que la mejor apuesta es el Orbitador de Reconocimiento de Marte (Mars Reconnaissance Orbiter o MRO, por su sigla en idioma inglés), de la NASA. El satélite MRO está equipado con un poderoso telescopio de medio metro llamado HiRISE (High Resolution Imaging Science Experiment, en idioma inglés o Experimento Científico de Imágenes en Alta Resolución, en idioma español), que es más que capaz de detectar la atmósfera y la cola del cometa. Las fechas planeadas para realizar las observaciones son cuatro: 20 de agosto, 29 de septiembre, 1 y 2 de octubre.
El HiRISE no fue enviado a Marte para realizar observaciones astronómicas, señala el investigador principal del telescopio Alfred McEwen, de la Universidad de Arizona. "La cámara está diseñada para tomar imágenes rápidas de Marte. Nuestro tiempo de exposición máximo es limitado, en comparación con los detectores colocados en otros telescopios espaciales. Y esta es una gran limitación para tomar imágenes de los cometas. Sin embargo, creo que detectaremos al cometa ISON".
El sobrevuelo de Marte se da en un momento clave del viaje del cometa ISON. Habrá cruzado la "línea de congelamiento", un sitio ubicado justo afuera de la órbita de Marte, donde el calentamiento solar es suficiente como para comenzar a evaporar el agua congelada.

"Los elementos volátiles en un cometa son de un ochenta a un noventa por ciento hielo de agua", comenta Lisse. "Justo ahora, en agosto, casi toda el agua todavía está congelada y la desgasificación que vemos en ISON se produce debido al dióxido de carbono y otros elementos que lo forman en menor cantidad. Es probable que solamente estén activos trozos aislados del núcleo del cometa".
Pero cuando ISON cruce la línea de congelamiento, "el cometa entero podría hacer erupción en géiseres de gas", dice Lisse. "Los orbitadores de Marte tendrán una vista privilegiada del evento".
En Marte, la cantidad de desgasificación dará pistas a los investigadores respecto del tamaño del núcleo de ISON, el cual está escondido dentro de la polvorosa atmósfera del cometa.
"Si el núcleo del cometa ISON es mucho más grande que 0,5 kilómetros, probablemente sobreviva a su encuentro con el Sol el Día de Acción de Gracias", señala Lisse. "Podría convertirse en uno de los cometas más espectaculares en mucho años".

Waves on Titan (glint)
 
 Haga clic en la imagen para ver una órbita interactiva del cometa ISON. Referencias de la imagen = Earth: Tierra, Mercury: Mercurio, Mars: Marte 
 
McEwen anticipa que esto servirá como una puesta a punto para otro encuentro cometario que tendrá lugar el próximo año. "El valor científico de observar al cometa ISON es difícil de predecir. Nunca intentamos algo como esto antes. No obstante, es una buena práctica para prepararnos para el cometa Siding Spring, el cual pasará mucho más cerca de Marte en el año 2014".
Por ahora, todas las miradas están puestas en el cometa ISON. Un cantidad sin precedentes de naves espaciales de la NASA (16) estarán observando el cometa. Los astronautas que se encuentran a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI, por su sigla en idioma español) también estarán observando.
Mientras tanto, en la Tierra, Lisse está trabajando con la NASA con el fin de organizar una campaña mundial de observación del cometa ISON. "Nuestro objetivo es que todos los telescopios de la Tierra apunten hacia el cometa cuando emerja del Sol", comenta Lisse. "El sobrevuelo de Marte nos dará una vista anticipada y rápida y nos proporcionará la información que necesitamos para predecir lo que podríamos ver".

sábado, 21 de septiembre de 2013

Manténgase alerta; ya llega la Luna de la cosecha

16 de septiembre de 2013: Según el folclore, cada luna llena tiene un nombre especial. Está la Luna del lobo, la Luna de la nieve, la Luna del gusano, la Luna del heno, la Luna de las flores, la Luna de las fresas, la Luna de la tormenta, la Luna del esturión, la Luna de la cosecha, la Luna del cazador, la Luna del castor y la Luna de las largas noches. Cada nombre nos dice algo sobre la estación o el mes en el cual aparece la Luna llena.
La Luna llena de este mes es la Luna de la cosecha.


Waves on Titan (splash)
 
 Un nuevo video de ScienceCast explora los datos y el folclore relacionados con la Luna de la cosecha. Reproducir el video [en idioma inglés]
 
La Luna de la cosecha es la Luna llena que está más cerca del equinoccio otoñal, que es el comienzo del otoño en el hemisferio norte. En 2013, la Luna estará llena el 19 de septiembre (la noche del 18 - 19 de septiembre en América del Norte), mientras que el equinoccio llegará justo después, el 22 de septiembre. La coincidencia prepara el escenario para un bonito espectáculo protagonizado por la luz de la Luna de la cosecha.
Antes de que existiera el foco de luz, los granjeros dependían de la luz de la Luna para poder cosechar sus cultivos. Muchos cultivos maduran a la vez a fines del verano y principios del otoño, de modo que los granjeros estaban muy ocupados en esa época del año. Tenían que trabajar cuando se ponía el Sol. La luz de la Luna se convirtió en una parte esencial de la agricultura y, en consecuencia, nació la Luna de la cosecha.
Pero, sin embargo, la Luna de la cosecha es más que simplemente un nombre pasado de moda. Es verdaderamente especial.
 
 
Durante todo el año, la Luna aparece, en promedio, alrededor de 50 minutos más tarde cada día. Pero cerca del equinoccio de otoño, esta diferencia se reduce a solamente 30 minutos. La razón es que al comienzo del otoño la trayectoria orbital de la Luna forma un ángulo estrecho con el horizonte nocturno.
Para quienes no son astrónomos, eso podría sonar como una trivialidad celestial. Pero, para quienes observan el cielo, eso hace una enorme diferencia. Durante varias noches consecutivas, alrededor de la hora en que aparece la Luna de la cosecha, la Luna sale a aproximadamente la misma hora, el atardecer. Y sabemos lo que sucede cuando la Luna sale al atardecer...
Las lunas que "cuelgan" en la parte baja del horizonte se ven de color rojizo debido a las nubes y al polvo. Y no sólo eso, están "hinchadas" y alcanzan un tamaño extraordinario debido a la ilusión lunar, un muy conocido y todavía misterioso truco de la vista que hace que veamos a las lunas que se ubican bajas en el horizonte mucho más grandes que lo que realmente son.
Cuando unimos todos estos efectos, la Luna de la cosecha con frecuencia parece una enorme calabaza. La experiencia se repite durante varias noches consecutivas cerca del equinoccio.
Una enorme Luna del color de una calabaza que sale en el Este es una linda manera de dar comienzo al otoño en el hemisferio norte. Y es una bonita manera de terminar el día. Cuando se ponga el Sol, el 18 de septiembre, vaya afuera y mire hacia el Este para disfrutar de la Luna de la cosecha.

sábado, 14 de septiembre de 2013

La sonda Voyager 1 abandonó el sistema solar

12 de septiembre de 2013: La nave espacial Voyager 1, de la NASA, es oficialmente el primer objeto construido por los seres humanos que ha ingresado al espacio interestelar. La sonda, de 36 años, se encuentra a alrededor de 19.000 millones de kilómetros (12.000 millones de millas) de nuestro Sol.
Nuevos e inesperados datos indican que la sonda Voyager 1 ha estado viajando durante aproximadamente un año a través del plasma, o gas ionizado, que está presente en el espacio que hay entre las estrellas. Voyager está en una región de transición ubicada inmediatamente por afuera de la burbuja solar, donde algunos efectos de nuestro Sol todavía son evidentes. Un informe sobre el análisis de estos nuevos datos, un esfuerzo liderado por Don Gurnett y el equipo científico que estudia las ondas de plasma en la Universidad de Iowa, Iowa City, se publicó en la edición del jueves de la revista Science (Ciencia, en idioma español).


Perseid Fireballs (splash)
 
 
 Un nuevo video de ScienceCast ofrece un adelanto de lo que será la lluvia de meteoros Perseidas de 2013. [Reproducir el video
 
 
"Ahora que tenemos datos nuevos y clave, creemos que esto es el salto histórico de la humanidad hacia el espacio interestelar", dijo Ed Stone, quien es un científico del proyecto Voyager en el Instituto de Tecnología de California (California Institute of Technology, en idioma inglés), en Pasadena. "El equipo de Voyager necesitó tiempo para analizar esas observaciones y hacer que tuvieran sentido. Pero ahora podemos responder la pregunta que todos nos hemos estado haciendo: '¿Ya llegamos?' Claro que sí".

En el año 2004, Voyager 1 detectó por primera vez el aumento de la presión del espacio interestelar sobre la heliosfera, la burbuja de partículas cargadas que rodean al Sol y que llega mucho más allá de los planetas exteriores. Los científicos, en ese momento, reforzaron la búsqueda de pruebas relacionadas con el arribo de la sonda al espacio interestelar sabiendo que podría llevar meses o años finalizar el análisis de los datos y la interpretación.

Voyager 1 no tiene un sensor de plasma en funcionamiento, de modo que los científicos necesitaron una manera diferente de medir el ambiente de plasma de la nave espacial para hacer una determinación definitiva de su ubicación. Una eyección de masa coronal, o una explosión masiva de viento solar y campos magnéticos, que erupcionó desde el Sol en marzo de 2012, proporcionó a los científicos los datos que necesitaban. Cuando este inesperado regalo que hizo el Sol finalmente llegó al sitio donde estaba Voyager 1,
13 meses después, en abril de 2013, el plasma que rodeaba a la nave espacial comenzó a vibrar como si fuera la cuerda de un violín. El 9 de abril, el instrumento construido para detectar ondas de plasma captó el movimiento. La pendiente de las oscilaciones ayudó a los científicos a determinar la densidad del plasma.

Las oscilaciones en particular indicaron que la nave espacial estaba bañada en plasma que era más de 40 veces más denso que lo que habían hallado en la capa externa de la heliosfera. Este es el tipo de densidad que se espera encontrar en el espacio interestelar.
El equipo científico dedicado al estudio de las ondas de plasma revisó sus datos y descubrió un conjunto previo y más tenue de oscilaciones en octubre y noviembre del año 2012. A través de la extrapolación de las densidades de plasma medidas en ambos eventos, el equipo determinó que Voyager 1 ingresó por primera vez en el espacio interestelar en agosto de 2012.

"Literalmente, saltamos de nuestros asientos cuando vimos estas oscilaciones en nuestros datos; ellas nos mostraron que la nave espacial estaba en una región completamente nueva, que se puede comparar con lo que se esperaba en el espacio interestelar, y totalmente diferente de la burbuja solar", dijo Gurnett. "Quedó claro que habíamos atravesado la heliopausa, que es la frontera entre el plasma solar y el plasma interestelar, sobre la cual hemos hecho muchas hipótesis durante largo tiempo".

Los nuevos datos sobre el plasma sugieren un rango de tiempo que coincide con cambios abruptos y duraderos en la densidad de las partículas energéticas que se detectaron por primera vez el 25 de agosto de 2012. El equipo de Voyager generalmente acepta esta fecha como la fecha en la que llegamos al espacio interestelar. Los cambios detectados en las partículas cargadas así como en el plasma fueron los que se hubieran esperado durante un cruce de la heliopausa.

"El arduo trabajo del equipo por construir una nave espacial durable y por manejar cuidadosamente los limitados recursos de la nave espacial Voyager dieron sus frutos con otro hallazgo para la NASA y para la humanidad", señaló Suzanne Dodd, gerente de proyecto de la misión Voyager, en el Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, en Pasadena, California. "Esperamos que los instrumentos científicos de campo y de partículas ubicados en Voyager continúen enviando datos al menos hasta el año 2020. No podemos esperar para ver lo que los instrumentos de Voyager nos mostrarán sobre el espacio profundo".

Voyager 1 y su nave gemela, Voyager 2, fueron lanzadas con 16 días de diferencia, en el año 1977. Ambas sondas sobrevolaron Júpiter y Saturno. Voyager 2 también sobrevoló Urano y Neptuno. Voyager 2, que fue lanzada antes que Voyager 1, es la nave espacial que ha estado en funcionamiento durante más tiempo. Está a alrededor de 15.000 millones de kilómetros (9.500 millones de millas) de distancia de nuestro Sol.
Los controladores de la misión Voyager todavía hablan diariamente de las sondas Voyager 1 y Voyager 2, o reciben datos de ellas, aunque las señales emitidas son, en la actualidad, muy débiles, a aproximadamente 23 vatios (la potencia de la luz de un refrigerador).

 Para cuando las señales llegan a la Tierra, son una fracción de un trillonésimo de vatio. Los datos proporcionados por los instrumentos Voyager 1 se transmiten a la Tierra generalmente a 160 bits por segundo, y son captados por las estaciones de 34 y 70 metros de la Red del Espacio Profundo (Deep Space Network, en idioma inglés), de la NASA. Viajando a la velocidad de la luz, una señal desde la sonda Voyager 1 tarda alrededor de 17 horas en llegar a la Tierra. Después de la transmisión de los datos al JPL y de que los equipos de ciencia los procesan, los datos de Voyager se dan a conocer públicamente.

"Voyager ha llegado valientemente a un sitio donde nadie fue antes, marcando así uno de los logros tecnológicos más significativos en los anales de la historia de la ciencia y sumando un nuevo capítulo en los sueños y en los esfuerzos científicos de los seres humanos", expresó John Grunsfeld, el administrador asociado de la división científica de la NASA, en Washington. "Quizás los futuros exploradores del espacio profundo se encuentren con Voyager, nuestro primer enviado interestelar, y reflejen la enorme colaboración que realizó esta intrépida nave espacial para que ellos pudieran llevar a cabo ese viaje".

Los científicos no saben cuándo Voyager 1 llegará a la parte no explorada del espacio interestelar, donde no hay influencia de nuestro Sol. Ellos tampoco están seguros de cuándo Voyager 2 cruzará al espacio interestelar, pero sí saben que no falta mucho tiempo.

domingo, 8 de septiembre de 2013

El Telescopio Espacial Hubble descubre un planeta de color azul cobalto

11 de julio de 2013: Astrónomos que trabajan con el Telescopio Espacial Hubble, de la NASA, han deducido cuál es el color real de un planeta que órbita otra estrella a 63 años luz de distancia.
El planeta es HD 189733b, uno de los exoplanetas más cercanos que pueden verse cruzando la cara de su estrella, y su color es azul cobalto. Si se lo observara directamente, este planeta luciría como un punto azul profundo, lo que recuerda el color de la Tierra vista desde el espacio.



 
 El concepto de este artista que confeccionó la imagen muestra al exoplaneta HD 189733b orbitando su estrella de colores amarillo y naranja. El Telescopio Espacial Hubble, de la NASA, midió el color real de la luz visible del planeta, que es azul profundo. Crédito de la imagen: NASA, ESA y G. Bacon (STScI)

El Espectrógrafo de Imágenes del Telescopio Espacial Hubble midió cambios en el color de la luz del planeta antes, durante y después de pasar detrás de su estrella. Se observó una pequeña disminución en la luz y un leve cambio en el color de la luz. "Vimos que la luz se volvía menos brillante en el azul pero no en el verde o en el rojo. La luz desaparecía en el azul pero no en el rojo cuando estaba oculto", dijo el miembro del equipo de investigación Frederic Pont, de la Universidad de Exeter, en el sudoeste de Inglaterra. "Esto significa que el objeto que desapareció era azul".

Observaciones anteriores han dado cuenta de la evidencia de una dispersión de luz azul en el planeta. La última observación que llevó a cabo el telescopio Hubble confirma dicha evidencia.
Aunque el planeta nos recuerda a la Tierra en cuanto a su color, este no es un mundo como la Tierra.
En este turbulento mundo alienígena, la temperatura diurna es cercana a los 2.000 grados Fahrenheit, y posiblemente llueva cristal, lateralmente, en un viento huracanado de 7.242 kilómetros por hora (4.500 millas por hora). El color azul cobalto no proviene de la reflexión en un océano tropical, como sucede en la Tierra, sino más bien de una brumosa atmósfera caliente que contiene altas nubes enlazadas con partículas de silicato. La condensación de silicatos en el calor podría formar muy pequeñas gotas de cristal que dispersan la luz azul más que la luz roja.


Blue Planet (splash2)
 
 
 Esta gráfica compara los colores de los planetas de nuestro sistema solar con el exoplaneta HD 189733b. El color azul profundo del exoplaneta es producido por gotitas de silicato, las cuales dispersan la luz azul en su atmósfera. Crédito de la imagen: NASA, ESA, y A. Feild (STScl) 
 
El telescopio Hubble y otros observatorios han llevado a cabo estudios exhaustivos sobre HD 189733b y han descubierto que su atmósfera es variable y exótica.

HD 189733b está clasificado en la categoría de los planetas extraños llamados Júpiters calientes, que orbitan precariamente cerca de su estrella principal.

Además, HD 189733b fue descubierto en el año 2005. Está ubicado solamente a 4,7 millones de kilómetros (2,9 millones de millas) de su estrella principal; tan cerca que está ligado gravitacionalmente. Un lado siempre está de cara a la estrella y otro lado siempre está oscuro.

En 2007, el Telescopio Espacial Spitzer, de la NASA, midió la luz infrarroja, o calor, del planeta, dando lugar de este modo a uno de los primeros mapas de temperatura de un exoplaneta. El mapa muestra que la temperatura entre el lado diurno y el lado nocturno en HD 189733b difiere en unos 500 grados Fahrenheit. Esto debería ocasionar vientos feroces que rugen desde el lado diurno hasta el lado nocturno.


Para obtener más información sobre los Júpiters calientes y sobre el clima que estos experimentan, mire el video de ScienceCast, en idioma inglés: Big Weather on Hot Jupiters (Fenomenales condiciones meteorológicas en los "Júpiters calientes").