domingo, 27 de enero de 2008

.La aparición de una mancha solar característica sobre la faz del Sol marca el inicio del nuevo ciclo de actividad solar.

Comienza el ciclo solar número 24
Enero 10, 2008: Cuelgue su teléfono celular: un nuevo ciclo solar acaba de comenzar.
"El 4 de enero de 2008, una mancha solar con polaridad invertida apareció en el disco del Sol, lo cual indica el inicio del ciclo solar número 24", dice David Hathaway, del Centro Marshall para Vuelos Espaciales.



Arriba: Imágenes de la primera mancha solar del ciclo solar número 24, obtenidas por el Observatorio Solar y Heliosférico (Solar and Heliospheric Observatory o SOHO, en idioma inglés) de la NASA/ESA. [Imagen ampliada] [Video]

La actividad solar aumenta y disminuye en ciclos o períodos de 11 años. Recientemente experimentamos la época de disminución de dicha actividad, la cual se caracteriza por "muy pocas llamaradas, manchas o actividad de cualquier tipo", dice Hathaway. "El mínimo solar está con nosotros".
El ciclo solar previo, el número 23, tuvo su máximo de intensidad entre 2000 y 2002, con muchas furiosas tormentas solares. Ese ciclo decayó, como se esperaba, hasta llegar a la quietud actual, dejando a los físicos solares sin mucho para hacer, excepto preguntarse ¿cuándo comenzará el nuevo ciclo?

La respuesta es: ahora.

"Los ciclos solares nuevos siempre comienzan con la aparición de una mancha solar con polaridad invertida y de alta latitud", explica Hathaway. "Polaridad invertida" significa que la mancha solar en cuestión tiene una polaridad magnética opuesta a la de las manchas solares del ciclo previo. "Alta latitud" se refiere a la posición de la mancha en la malla de latitud y longitud del globo del Sol. Las manchas solares del ciclo anterior se congregan cerca del ecuador solar. Las del nuevo ciclo, en cambio, aparecen a una altura mayor, en latitudes de 25 a 30 grados.
La mancha solar que apareció el 4 de enero cumple con ambos criterios. Fue de alta latitud (30 grados Norte) y magnéticamente invertida. La NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, en idioma español) nombró a la mancha como AR10981, o "mancha solar 981", para abreviar.
La mancha solar 981 fue pequeña —apenas tan ancha como el planeta Tierra, lo que en términos de la escala del Sol es realmente pequeño— y ya desapareció. Pero su aparición, de tres días de duración, entre el 4 y el 6 de enero, fue suficiente para convencer a la mayoría de los físicos solares de que el ciclo solar número 24 ha comenzado.




Doug Biesecker, del Centro de Pronósticos del Clima Espacial (Space Weather Prediction Center, en idioma inglés) de la NOAA, en Boulder, Colorado, compara a la mancha solar 981 con "el primer petirrojo de la primavera. Todavía hay nieve en el suelo, pero las estaciones ya están cambiando". El año pasado, Biesecker dirigió el Debate sobre Pronósticos del Ciclo Solar 24, un grupo internacional de expertos de muchas universidades y agencias gubernamentales. "Nosotros predijimos que el ciclo solar 24 comenzaría alrededor de marzo de 2008 y, al parecer, no estábamos tan alejados de la respuesta correcta", dice.
Derecha: Las primeras auroras del nuevo ciclo solar, fotografiadas el 4 de enero de 2008 por Calvin Hall, de Palmer, Alaska. [Más información]
El comienzo del nuevo ciclo solar es significativo ya que la sociedad cada vez depende más de la tecnología espacial.

"Las tormentas solares pueden inutilizar los satélites de los que dependemos para pronosticar el clima o para que funcionen los sistemas de navegación GPS (Global Positioning System o Sistema de Posicionamiento Global, en idioma español)", dice Hathaway. Las interferencias de radio que provienen de las llamaradas solares pueden afectar directamente la recepción en los teléfonos celulares, mientras que las eyecciones de masa coronal (coronal mass ejections o CMEs, en idioma inglés) que golpean la Tierra pueden causar cortes de energía eléctrica. "El ejemplo más famoso es el apagón que tuvo lugar en Quebec, en 1989, el cual dejó a algunos canadienses sin energía durante seis días".

El tráfico aéreo puede resultar afectado también.
Cada año, vuelos intercontinentales con miles de pasajeros a bordo cruzan los polos terrestres. Es la distancia más corta entre, por ejemplo, Nueva York y Tokio o Beijing y Chicago. En 1999, la aerolínea United Airlines realizó apenas 12 vuelos sobre el Polo Norte. Para 2005, la cantidad de vuelos se había incrementado a 1.402. Otras compañías aéreas informan sobre aumentos similares en la frecuencia de sus vuelos.
"Las tormentas solares tienen un gran efecto sobre las regiones polares de nuestro planeta", dice Steve Hill, del Centro de Pronósticos del Clima Espacial. "Cuando los aviones vuelan sobre los polos durante las tormentas solares pueden experimentar suspensiones en las transmisiones de radio, errores de navegación o puede ocurrir que sus computadoras se reinicien, todo esto ocasionado por la radiación espacial". Evitar pasar por los polos durante las tormentas solares resuelve el problema, pero "tomar el camino largo" incrementa los tiempos de vuelo y, en consecuencia, aumenta el gasto de dinero y de combustible.






Arriba: Cada vez son más los vuelos internacionales de negocios que cruzan el Polo Norte de la Tierra para ahorrar tiempo, combustible y dinero. [Imagen ampliada]

Y ahora las buenas noticias: que haya más tormentas solares también significa una mayor cantidad de auroras boreales —"el espectáculo más grande del mundo". Durante el pasado máximo solar, las auroras boreales se vieron a latitudes tan bajas como las de Arizona, Florida y California. Hasta hace poco tiempo, los únicos que podían disfrutar de ellas eran los turistas que visitaban el Ártico, pero al incrementarse la atención que se da al clima espacial y con el constante mejoramiento de los pronósticos, millones de personas de todas las latitudes sabrán cuándo salir a ver el cielo.
Mucho de lo que aquí se relata está aún a algunos años de distancia. "La actividad solar intensa no va a comenzar inmediatamente", hace notar Hathaway. "En general, los ciclos solares tardan algunos años en incrementar su intensidad desde el mínimo solar (en el que estamos ahora) hasta el máximo solar, que se espera se produzca en 2011 ó 2012".
Es un largo camino, pero ya hemos comenzado a andarlo.








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