martes, 5 de febrero de 2008

La nave espacial Ulysses sobrevuela el polo norte del Sol



En un momento vital del ciclo solar, la nave espacial Ulysses, de NASA/ESA, vuela sobre el misterioso polo norte del Sol.




Enero 14, 2008: Considérelo como un caso de extrema sincronización. Justo la semana pasada, los físicos solares anunciaron el comienzo de un nuevo ciclo solar y ahora, 14 de enero, la nave Ulysses está volando sobre una región clave respecto de la actividad solar: el polo norte del Sol.
"Esta es una magnífica oportunidad para examinar el polo norte del Sol, al comienzo de un nuevo ciclo solar", dice Arik Posner, científico del programa Ulysses, de la NASA. "Nunca hemos hecho esto antes".


Lanzada desde la nave espacial Discovery en octubre de 1990, Ulysses es una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA, por su sigla en idioma inglés) y la NASA. A diferencia de otras naves, Ulysses puede sobrevolar los polos de Sol, lo cual le permite observar regiones que son difíciles de ver desde la Tierra: diagrama.
Derecha: Concepción artística de la nave Ulysses. Crédito: ESA.


Ulysses ya sobrevoló los polos del Sol en tres ocasiones: 1994-95, 2000-01 y 2007. Cada sobrevuelo reveló algo interesante y misterioso; sin embargo, este viaje podría ser el más interesante de todos.
"Así como los polos de la Tierra son cruciales para los estudios sobre el cambio climático terrestre, los polos del Sol podrían ser cruciales para los estudios sobre el ciclo solar", explica Ed Smith, científico del proyecto Ulysses en el Laboratorio de Propulsión a Chorro, de la NASA.

Muchos investigadores consideran que los polos del Sol juegan un papel central en el flujo y reflujo del ciclo solar. Tenga en cuenta lo siguiente: cuando las manchas solares se rompen, enormes corrientes de plasma acarrean hacia los polos los restos de los campos magnéticos de dichas manchas. Esto convierte a los polos en una clase de "cementerio de manchas solares". Los campos magnéticos viejos se hunden aproximadamente 200.000 kilómetros bajo la superficie de los polos, hasta llegar a la dínamo magnética interna del Sol. Allí, la acción de la dínamo amplifica los campos para su uso en futuros ciclos solares.
Un gran misterio revelado por sobrevuelos anteriores tiene que ver con la temperatura de los polos del Sol. En el ciclo solar previo, el polo norte magnético estaba aproximadamente 80.000 grados, o el 8%, más frío que el polo sur. ¿Por qué esta diferencia? Nadie lo sabe.
El sobrevuelo actual podría ayudar a resolver este misterio ya que ha pasado menos de un año desde el sobrevuelo similar del polo sur, el cual tuvo lugar en febrero de 2007. Los científicos de la misión podrán comparar casi simultáneamente las mediciones de las temperaturas registradas en el norte y en el sur.
Ulysses también descubrió el viento polar de alta velocidad. "En los polos del Sol, el campo magnético se abre y permite que las partículas de la atmósfera solar escapen a millones de kilómetros por hora", dice Smith.


Arriba: Un diagrama de Ulysses, en forma de reloj, que representa la velocidad del viento solar respecto de la latitud y revela un viento de alta velocidad que sopla hacia los polos del Sol. [Más información]


Volando alrededor del Sol, y cubriendo todas las latitudes como ninguna otra nave puede hacerlo, Ulysses ha podido observar este viento polar a lo largo del ciclo solar —y se está comportando de una manera un poco rara.
Posner explica: "Hace 11 años, durante un 'cambio de marea' similar entre ciclos solares, el viento polar descendió casi hasta el ecuador del Sol. Pero esta vez no lo hizo. Está embotellado, confinado a latitudes superiores a los 45 grados: datos".
¿Esto es un detalle de escasa importancia o es una gran anomalía que indica la llegada de algo nuevo? Una vez más, nadie lo sabe, y es por eso que ahora es un buen momento para visitar el polo norte del Sol. "Estaremos siguiendo el comportamiento del campo magnético en el polo norte para ver cómo es durante el cambio de ciclos solares."
El sobrevuelo está en marcha. Manténgase conectado con Ciencia@NASA para conocer los resultados.


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