sábado, 3 de enero de 2009

Prominencias en la corona polar

La nave espacial Hinode, de Japón, está enviando a la
Tierra imágenes imperdibles de un fenómeno solar
espectacular conocido como "prominencias en la
corona polar".

Septiembre 17, 2008: Advertencia: El material que contiene esta historia puede hacerle desear convertirse en un físico solar.

La nave espacial japonesa Hinode, que fue lanzada en una misión para estudiar el Sol, en 2006, está enviando a la Tierra imágenes que dejan impresionados hasta a los investigadores más experimentados. Haga clic aquí para iniciar una película:


Haga clic aquí para iniciar una película de 7 MB en formato Quicktime.

"Esa fue una prominencia en la corona polar grabada por Hinode el 30 de noviembre de 2006", dice el Dr. Thomas Berger, del Centro de Tecnología Avanzada Lockheed Martin, en Palo Alto, California. "Es una pared curvada de plasma a 10.000o, de aproximadamente 90.000 km de largo y 30.000 km de alto". Una pila de planetas con una altura de tres veces la Tierra apenas llegaría a la parte superior.

Los astrónomos solares han visto prominencias como esta antes, miles de ellas, pero nunca de una manera tan clara. Las nuevas imágenes desafían ideas que han perdurado durante mucho tiempo: En el pasado, los investigadores pensaban que las prominencias eran estructuras básicamente estáticas, sostenidas, sin movimiento, por encima de la superficie del Sol por campos de fuerza magnética. "Ahora sabemos que esas ideas son demasiado simples. ¡Sólo vea la película!"

Berger hace una lista de las sorpresas:

1. "Hay penachos oscuros con forma de renacuajo que suben desde la base de la prominencia. Estos nunca se habían visto antes y no estamos seguros de qué pueden ser".

2. "Chorros delgados de plasma en la parte superior de la prominencia caen constantemente, como si fuera una cascada". Misteriosamente, los chorros caen a una velocidad mayor de lo que las fuerzas magnéticas ambientales parecen permitir1.

3. "Finalmente, en la propia pared, hay remolinos y vórtices" que tienen un misterioso parecido a la surrealista Noche Estrellada de van Gogh.

Conclusión inevitable: "No hay una prominencia estática". Además, dice, "no entendemos cómo el campo magnético del Sol está provocando todas estas cosas".

Berger es co-investigador del Telescopio Solar Óptico de la nave espacial Hinode (SOT, por su sigla en idioma inglés), el cual obtiene tales películas de manera periódica. "El SOT puede ver detalles en el Sol que miden apenas algunos cientos de kilómetros de ancho. La atmósfera de la Tierra nunca torna borrosa su visión, así que puede hacer películas de más de 12 horas de duración con perfecta claridad". El archivo de películas, que cada vez es más cuantioso, es un tesoro escondido para los investigadores.

Las prominencias en la corona polar aparecen casi a diario. Ocupan un anillo (o "corona") alrededor de los polos del Sol delimitado aproximadamente por las latitudes solares 60o y 70o. Geométricamte, las coronas se parecen a los óvalos aurorales de la Tierra. Sin embargo, en lugar de contener auroras boreales, los óvalos del Sol están repletos de cortinas de plasma que se mecen.

Arriba: La "corona polar" del sur del Sol, marcada por un largo filamento/prominencia, fotografiada en junio de 1999: más información.

El estudio de las prominencias de las coronas polares puede ser clave para predecir el clima espacial, afirma Berger. Las cortinas centrales se forman entre regiones de campos magnéticos de polaridad opuesta. Eso es significativo porque los campos magnéticos opuestos que se juntan tienden a explotar —un proceso que los físicos denominan "reconexión". Las prominencias de las coronas polares están, pues, a punto de erupcionar y lo hacen a menudo formando núcleos de eyecciones de masa coronal de miles de millones de toneladas. "Hinode nos permite ver este proceso en acción".

Los astrónomos no son los únicos que están observando; los físicos nucleares también están prestando atención. Durante décadas, físicos e ingenieros han luchado para contener plasma caliente en reactores de fusión usando campos magnéticos. Observar cómo el Sol manipula el plasma por medio del magnetismo podría enseñarles algunos trucos valiosos y, finalmente, ayudar a traer la energía de las estrellas a la Tierra.

"Estos datos están llevando a los físicos solares a examinar nuevamente las teorías de la dinámica de las prominencias y, con seguridad, traerán nuevos y emocionantes avances", cree Berger.

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