para encontrar los materiales adecuados que permitan
crear sustitutos artificiales del polvo lunar.
...Tomé mi pala y caminé hasta la mina
Cargué dieciséis toneladas de carbón número nueve ...
Tú cargas dieciséis toneladas, ¿y qué recibes? ... 1
Enero 7, 2009: Si escucha con cuidado, podría tal vez oír cantar esta canción a un gerente de proyecto de la NASA. Recientemente, Carole McLemore, del Centro Marshall para Vuelos Espaciales, ha estado trabajando, golpeando un martillo grande contra una gran pila de rocas, así que tiene una buena razón para cantar la canción que hiciera famosa el cantante Tenessee Ernie Ford.
"Yo a esto lo llamo 'picar' rocas", dice McLemore, quien dirige el Equipo de Sucedáneos de Regolito del Centro Marshall. "Los chicos siempre están corrigiéndome. 'Se dice 'partir' rocas, Carole', me dicen".
Ya sea picando o partiendo rocas, ¿qué hace esta mujer delicada con un martillo grande en las manos? Está haciendo polvo lunar falso.
"Lo llamamos 'regolito lunar simulado'", dice McLemore. "Necesitamos un tipo exacto de rocas para hacerlo y las obtenemos de la mina Stillwater, en Nye, Montana".
Arriba: Carole McLemore, del Centro Marshall para Vuelos Espaciales, partiendo rocas en la mina Stillwater, en Nye, Montana. [Imagen ampliada]
El equipo del Centro Marshall está trabajando con el programa de Mapeo Geológico de Estados Unidos (US Geological Survey o USGS) para desarrollar un sustituto, o sucedáneo, del polvo lunar con el fin de apoyar las futuras exploraciones lunares de la NASA. Los miembros del equipo parten rocas enormes hasta lograr pedazos manejables, luego los colocan en cubos y los transportan en vehículos con contenedores reforzados para sostener bien las rocas. Los vehículos bajan las rocas de la montaña y las cargan en camiones de 18 ruedas que transportan toneladas del material hasta las instalaciones del USGS, en Denver. El USGS hace el sucedáneo triturando y moliendo las rocas, y luego mezclándolas con pequeñas cantidades de minerales naturales de acuerdo con una "receta" muy bien investigada, que logra algo similar a la tierra y al polvo lunar genuinos.
Es bastante trabajo, pero McLemore cree que el esfuerzo vale la pena: "La NASA planea enviar seres humanos a la Luna para que vivan y trabajen allí y ese lugar está repleto de polvo arenoso que se pega a los trajes, al equipo —a todo y a cualquier cosa", explica. "Incluso se inhala y llega a los pulmones. Así que necesitamos un sucedáneo de alta fidelidad con el cual trabajar aquí en la Tierra para aprender cómo trabajar con el polvo real cuando estemos en la Luna. Y simplemente no hay suficientes muestras reales de polvo de la misión Apollo como para llevar a cabo toda la investigación que se necesita hacer".
El regolito simulado puede ser usado como "conejillo de indias" para ayudar a los investigadores a encontrar maneras de hacer cosas útiles con el polvo lunar. Uno de nuestros ejemplos favoritos es el concreto. Añadiendo, por ejemplo, resina epóxica al regolito lunar se logra un concreto muy resistente que podría ser usado para construir hábitats u otras estructuras. Si se hornea correctamente, una mezcla de azufre y polvo lunar también da como resultado un concreto de buena calidad y, seguramente, encontraremos otras recetas conforme avancen las investigaciones. En la Luna, y más tarde en Marte, los recursos locales serán cruciales para los astronautas, quienes no podrán depender completamente de la Tierra para obtener suministros.
Trabajando con polvo lunar simulado podemos ayudar a los investigadores a averiguar cómo extraer elementos valiosos y minerales del regolito real.
Arriba: La Luna está cubierta de polvo —un hecho de la vida siempre presente para los futuros exploradores. Crédito de la fotografía: NASA/Apollo 17. [Imagen ampliada]
"Por ejemplo, el polvo lunar y muchas rocas lunares son ricos en oxígeno", dice Christian Schrader, un geólogo que trabaja con el equipo de regolitos del Centro Marshall. "Si logramos averiguar cómo extraerlo, entonces los seres humanos podrían llegar a usar el polvo lunar como una fuente de aire respirable en un futuro hábitat lunar. Y el oxígeno, junto con el hidrógeno que existe en el polvo, en las rocas y posiblemente en el hielo de los polos, podría ser usado para generar electricidad empleando celdas de combustible, que producen agua potable como subproducto. El hidrógeno y el oxígeno son además impulsores para cohetes".
Aparentemente, la mina de Stillwater tiene "el material correcto" para usar como materia prima en la creación del sucedáneo tan vital para la investigación lunar. En ese lugar, algunas de las rocas tienen 2.700 millones de años.
"Hay una gran cámara de magma que se formó bajo tierra allí", dice Schrader. "El magma se cristalizó con el paso del tiempo y formó gruesas capas de un material llamado 'anortosita'. La geología en Stillwater es, a grandes rasgos, análoga a la manera en que la corteza de las planicies lunares se cristalizó y se enfrió, así que es un excelente lugar para recolectar rocas".
Por eso es que los científicos van a las laderas de montañas rocosas con martillos grandes y picos, con el fin de romper grandes rocas que prometen darles, aunque no sin oponer gran resistencia, buenas rocas para hacer regolito.
"Algunas veces, los vientos árticos soplan hacia la parte baja de las montañas y nos azotan mientras trabajamos", dice Schrader. "Puede llegar a ser brutal".
Pero todo es en nombre de la ciencia. Así que ¡no se quede ahí de pie, reclinado sobre la pala! ¡Comience a picar!
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